Lo blanco y lo negro – La nueva realidad después del Covid

 

En la estadística de defunciones que se emite cada año, se observaron resultados totalmente distintos a los de años anteriores, lo anterior debido a que se agregó un nuevo indicador, en lo referente a las sus causantes; que fue las defunciones provocadas por el virus Sars-CoV-2.

Claro ejemplo de ello es que durante el 2019, la primera causa de muerte en general fueron las enfermedades del corazón, en segundo lugar la diabetes mellitus, tercero los tumores malignos, cuarto enfermedades del hígado y en quinto lugar las agresiones u homicidios; indicadores que eran una muestra de los hábitos de alimentación y vida de la población mexicana en general. Muestra de ello es que en ese año México se ubicó en el segundo lugar con mayor número de población con obesidad y el primer lugar en niños, reflejo de un grave problema de salud pública, resultado de un estado de necesidad o de una irresponsable forma de vida.

Sin embargo a partir de marzo del 2020, la situación cambió radicalmente respecto las principales causa de muerte en nuestro país, pues luego de que mundialmente la OMS declarara como pandemia la gran ola de contagios provocada por el virus SARS- CoV-2, y la mayoría de los hospitales de los servicios de salud de la mayoría de países a nivel mundial, se comenzaran a saturar de personas contagiadas por esta desconocida enfermedad; donde un estado de incertidumbre sobre su forma de prevenirla provocó una psicosis generalizada.

Para México, la situación no fue distinta, por el contrario en un país que tiene altos índices de empleo informal; servicios de salud innecesarios, sin insumos, llenos de burocracia; sumados a una tardía respuesta de medidas sanitarias, donde además prevaleció una ideología de incredulidad y un constante irresponsabilidad de la población para atender las restricciones para contener la pandemia; provocaron que el virus se esparciera rápidamente.

En ese sentido y aun sin una cura o bien una vacuna, los contagios aumentaron exponencialmente, seguidos en muchos casos de una irremediable muerte por la fatalidad del COVID-19. En ese sentido y con fines estadísticos, un reciente documento emitido por el INEGI el 29 de Julio de este 2021, arrojo datos desgarradores, pues en todo el 2020 las muertes provocadas por la actual crisis de salud, desplazaron a la diabetes como segunda causa de muerte en el país, pues desde que el virus llegó a nuestro país y hasta el último día del 2020, se registraron 201,163 muertes por este motivo de las 1,086,094 totales.

Situación que evidencia un erróneo manejo de la crisis de salud, pues si bien su alta mortalidad es innegable, también lo es que salir de ésta es una tarea de corresponsabilidad del gobierno que debe redireccionar las medidas de contención y apresurar la inoculación de la población; que de nada servirá si como individuos no nos concientizamos de que la única salida en nuestras manos, dependiente de la responsabilidad con que la enfrentemos, que eduquemos a los que dependen de nosotros y ayudemos a los demás.

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