Por primera vez en la historia una pandemia del covid-19 obligó a aplazar las olimpiadas por un año.
Y por lo anterior era de esperarse que, estos Juegos Olímpicos especiales tuvieron una ceremonia fuera de lo común, con las gradas ocupadas apenas por algunos dignatarios extranjeros (como el presidente de Francia, Emmanuel Macron) y el emperador japonés, Naruhito.
La tenista japonesa Naomi Osaka fue la encargada del encendido el caldero olímpico en el Estadio Olímpico de Tokio.
Nacida en Osaka, Japón, la cuatro veces campeona de tenis de Grand Slam, que se mudó a Estados Unidos a los tres años, competirá por Japón en los Juegos de Verano.
El relevo al caldero, el destino final de la antorcha olímpica, ha estado en gran parte sin espectadores en eventos aislados debido a la pandemia de coronavirus.
El caldero permanecerá encendido durante todos los Juegos.
Luego se hizo una exhibición de la cultura japonesa y el legado que esta le ha dejado a la humanidad, sus tradiciones y el respeto por la naturaleza. Impresionante espectáculo multicolor con fuegos artificiales.
Comenzó entonces el desfile de las diferentes delegaciones. El primer país en saltar a la pista, como ha sido tradición desde 1896, fue Grecia, cuna del olimpismo, seguido por el equipo internacional de refugiados, bajo la bandera del Comité Olímpico Internacional. El orden de los demás se determinó de acuerdo con los nombres en el alfabeto japonés.
En punto de las 8:45 una vibra se sintió, ¡así es! México esta presente.
El último en desfilar fue el anfitrión, antecedido por los países que acogerán las justas en los próximos años (Francia con París 2024 y Estados Unidos con Los Ángeles 2028). Solamente el 40% de los integrantes de cada delegación, por los protocolos de bioseguridad, pudo participar.
“Unidos en la diversidad” fue siguiente número, un show de luces con el fondo musical del tema Imagine, de John Lennon. Preámbulo a las palabras de Hashimoto Seiko, presidenta del comité organizador, y Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional.
“Es un momento de esperanza. Muy diferente al que habíamos imaginado, pero estamos juntos y este es el poder unificador del deporte. Debemos seguir adelante”, señaló el dirigente alemán al resaltar los múltiples obstáculos, la pandemia del Covid-19 el mayor, que superó Tokio 2021.
El Emperador de Japón, Naruhito, declaró entonces oficialmente inaugurados los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y seis deportistas en representación de las diferentes regiones del mundo, ingresaron con otra bandera olímpica, que les entregaron a trabajadores de la salud, quienes se la pasaron a los militares que la izaron al lado de la del país sede, mientras sonaba el himno olímpico.
Tras la representación de cada uno de los deportes en competencia y una nueva muestra cultural nipona, ingresó la llama olímpica y la tenista Naomi Osaka encendió el pebetero del Estadio Nacional, símbolo máximo de que las justas están en desarrollo.