La pandemia del COVID-19 ha dejado en México a 131,325 niñas, niños y adolescentes en situación de orfandad —definida por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia o Unicef , como la muerte de uno o ambos padres.
Esta cifra coloca al país con el mayor número de menores que han quedado huérfanos a consecuencia de la muerte de su padre o madre derivado de la pandemia del COVID, a nivel mundial.
De acuerdo con el estudio “Estimaciones mínimas mundiales de niños afectados por la orfandad asociada al COVID-19 y la muerte de los cuidadores”, publicado este martes en la revista médica británica The Lancet , de marzo de 2020 a abril de 2021, a nivel mundial, se estima que 1 millón 134,000 niños y niñas, menores de 18 años, sufrieron la muerte de sus cuidadores principales, incluido al menos uno de los padres o abuelos con custodia.
Durante los primeros 14 meses de la pandemia, se estimó que más de 1.5 millones de niños sufrieron la muerte de sus cuidadores principales o la muerte de sus cuidadores secundarios, como sus abuelos.
De los 21 países estudiados en esta investigación, México registró la cifra más alta de menores en esta situación, pues se calcula que 33,342 menores sufrieron la muerte de su madre y que 97,951 perdieron a su padre; y se estima que 32 menores, perdieron a ambos padres.
Pero considerando también que muchos de estos menores perdieron a sus cuidadores secundarios, como sus abuelos o parientes mayores (de 60 a 84 años), la cifra de menores huérfanos en el país se eleva a 141,132.
El estudio precisa que la muerte de los cuidadores puede tener graves consecuencias, pues las evidencias muestran que los niños que atraviesan por esta situación corren un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental; violencia física, emocional y sexual; y pobreza familiar.
“Ahora es el momento de centrarse en un grupo que seguirá creciendo a medida que avanza la pandemia: los más de 1 millón de niños que han perdido a un padre y otro medio millón de niños que han perdido a un abuelo cuidador que vive en su propia casa.
“Estos niños sin nombre son la trágica consecuencia pasada por alto de los millones de muertos por la pandemia”, apunta la publicación.
A la fecha, el gobierno de México no ha dado a conocer un registro oficial de niñas, niños y adolescentes que, como resultado de la muerte de su padre o madre o incluso los dos, viven en orfandad.
Aunque en abril de 2021, en el Senado de la República, los integrantes de la Comisión de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia, estimaron que en el país había unos 185,000 niños huérfanos por el COVID-19.
De acuerdo con registros del gobierno de la Ciudad de México, en la capital del país han fallecido 37,851 personas y se tiene detectado que al menos 3,101 menores perdieron a uno de sus padres, según en el Sistema para el Desarrollo Integral para la Familia de la Ciudad de México (DIF), dados a conocer en el mes de marzo.