Las acciones en varias partes del mundo tuvieron una fuerte caida con los indicadores vinculados a la economía y a los viajes impactados, esto se debe al aumento de casos de Covid-19,que generó nuevos temores a una desaceleración del crecimiento económico.
En el cierre de Wall Street, y tras una serie consecutiva de récords positivos en las últimas semanas, el Dow Jones, principal índice industrial, retrocedió 2,09%, mientras que el selectivo S&P 500 cayó 1,59% y el tecnológico Nasdaq bajó 1,06%.
En Europa, las caídas han superado el 3% en el Mib italiano. Por su parte, el Ibex 35 ha encajado un abultado recorte del 2,4% -el segundo mayor del año, después del desplome de abril- y ha perdido de golpe los 8.500 puntos, los 8.400, aunque ha logrado salvaro los 8.300, situándose en niveles de principios de marzo.
Wall Street no se queda atrás y el Dow Jones perdía más de un 2% al cierre de los mercados europeos.
El indice español extiende con la sesión de hoy la racha bajista después de cerrar la pasada semana como la segunda peor del año al ceder un 3,08%.
“Técnicamente, el selectivo continúa con la presión bajista y, en el corto plazo, es probable que el índice español continúe con la tendencia actual”, explican los analistas de IG, que añaden que “una vez rotos los 8.400 puntos, será interesante ver si consolida dicha rotura, ya que el siguiente soporte se encuentra en torno a los 8.200 puntos”.
El rojo se ha impuesto en prácticamente todos lo valores del Ibex. Entre los más castigados se encuentran de nuevo ligados al turismo, afectados por las restricciones de los países por el avance del virus; los bancos y las compañías renovables. La peor parte se la lleva IAG, que encaja un descenso de más del 5,6%, mientras que Aena pierde un 4%, Amadeus, un 3,5%, y Meliá un 3%. También caen por encima del 4% Ferrovial y Repsol. Este último afectado por el retroceso de los precios del petróleo, que registran su peor sesión desde marzo después del acuerdo de la OPEP+ para incrementar la producción. El barril de Brent, de referencia para Europa, retrocede más del 6% y pierde los 70 dólares, mientras que el barril de crudo West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Estados Unidos, cae el 6,8%, hasta colocarse por debajo de los 67 dólares.
En el sector bancario, los descensos más fuertes son para Sabadell, que pierde un 3,9%, seguido de BBVA y Santander, los valores que más lastran al selectivo al dejarse un un 3,4%.
Solo tres valores escapan de las caídas: Almirall, PharmaMar y Siemens Gamesa. La empresa de renovables rebota con moderación tras las fuertes caídas registradas la semana pasada.
En Asia, también se han impuesto los números rojos. El Nikkei bajó un 1,25% arrastrado por el rápido avance de contagios en Tokio, que sufre su mayor repunte desde enero con más de 1.000 casos diarios y se encuentra en estado de emergencia a tan solo unos días del inicio de los Juegos Olímpicos.
El crecimiento económico mundial empieza a mostrar signos de fatiga, mientras que muchos países, sobre todo en Asia, están luchando para frenar la variante Delta del coronavirus y se han visto obligados a alguna forma de restricciones. Por otro lado, el fantasma de la inflación elevada, que el mercado teme desde hace tiempo, también persigue a los inversores.
El banco de inversión Bank of America ha rebajado sus previsiones de crecimiento económico para EE UU al 6,5% este año, desde el 7% anterior, pero mantienen su previsión del 5,5% para el próximo. “En cuanto a la inflación, la mala noticia es que es probable que siga siendo elevada a corto plazo”, señalaron en una nota. “La buena noticia es que probablemente estemos cerca del máximo, al menos en los próximos meses, ya que los efectos de base son menos favorables y las presiones de escasez rotan desde los bienes hacia los servicios”, añade.
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, ha dicho en repetidas ocasiones que cualquier subida de la inflación será transitoria, lo que indica que la política monetaria seguirá siendo de apoyo durante algún tiempo. Sin embargo, le está costando convencer a los mercados.