Con la llegada de la pandemia en la frontera con Estados Unidos quedaron suspendidos al comercio y actividades no esenciales como medida para intentar frenar el avance del virus, pero con los puentes internacionales cerrados, la economía de la región es lo único paralizado.
Ahora, autoridades locales norteamericanas y negocios suplican por el levantamiento de las restricciones, ante la crisis económica que enfrentan por la falta del turismo mexicano esto con la esperanza de que el miércoles se anuncie la reapertura de la frontera México-Estados Unidos para actividades no esenciales.
Miles de negocios en las ciudades fronterizas de los cuatro estados colindantes con México están cerrados, mientras el programa binacional de vacunación anticovid avanza. Sin embargo, la decisión se ha postergado 18 meses y las autoridades advierten que ya no aguantan más solo con apoyos económicos enviados desde Washington.
Tres estados de cuatro norteamericanos en la frontera con seis mexicanos desde el golfo hasta el pacífico. La realidad es dramática: una economía estancada, negocios cerrados, garitas vacías y un grito de auxilio de las autoridades y empresarios de la región que advierten que con el avance de la vacunación binacional ya no hay pretexto para mantener el cierre.
A un año y medio de cierre, claman por la reapertura y la reactivación del comercio y las actividades sociales que quedaron separadas por un muro, un río y una decisión tomada a kilómetros de las fronteras, en las oficinas de Washington.