Un número inusualmente grande de cadáveres de inmigrantes que fallecieron en tierras de Arizona cercanas a la frontera con México está siendo recuperado este verano en medio de temperaturas récord en el desierto y las montañas.
En Texas también se ha detectado un incremento en las muertes de inmigrantes, y han aumentado los rescates de personas en toda la frontera con México.
El grupo activista sin fines de lucro Humane Borders, que elabora mapas con los cuerpos recuperados en Arizona valiéndose de datos que le da la Oficina Forense del Condado Pima en Tucson, indicó que se hallaron 43 conjuntos de restos humanos en la región fronteriza del estado el mes pasado, el junio más cálido del que se tenga registro en Phoenix. Los meteorólogos dicen que las temperaturas máximas en esta ciudad, que el mes pasado superaron regularmente los 43 grados centígrados, tienden a ser similares a las del Desierto de Sonora, en Arizona.
No todas esas 43 personas murieron en junio, pero al menos 16 llevaban sólo un día de haber fallecido y otras 13 menos de una semana cuando fueron encontradas, dijo Mike Kreyche, coordinador de mapeo en Humane Borders. Las cifras del grupo incluyen todos los cadáveres recuperados de personas que se cree eran inmigrantes, y son más elevadas que el número de muertes reportadas por la Patrulla Fronteriza, que sólo contabiliza las que maneja durante sus labores.
Kreyche hizo notar que los 127 conjuntos de restos hallados durante el primer semestre de este año son mucho más que los 96 cadáveres recuperados durante el mismo período del año pasado. La cifra de cuerpos recuperados en los primeros seis meses de este año también es más alta que la de todo 2017, cuando se encontraron 123 juegos de restos cerca de la frontera de Arizona con México.
Funcionarios de Texas dicen que también han notado un incremento en los fallecimientos de inmigrantes este año.
La policía del condado Brooks, en el sur de Texas, reportó el mes pasado 36 muertes de inmigrantes en los primeros cinco meses de 2021, más que todas las del año pasado.
El creciente número de cadáveres recuperados se da en un contexto en el que las autoridades fronterizas advierten de crecientes peligros por las altas temperaturas de este verano.
Aunque ahora la mayoría de los inmigrantes cruzan a través de Texas, el hecho de que desde hace décadas se haya incrementado la vigilancia policial allí y en California obliga a muchas personas a intentar cruzar por áreas inhóspitas de Arizona donde no hay agua ni alimentos.
El Sector Yuma de la Patrulla Fronteriza reunió a reporteros este mes a sólo unos metros de la frontera entre México y Estados Unidos junto al río Colorado para hacer énfasis en los riesgos que corren los migrantes al cruzar por el Desierto de Sonora.
“El desierto es vasto y traicionero. Cuando cruzas ilegalmente, te pones en un riesgo increíble”, les dijo a los periodistas Chris T. Clem, agente fronterizo jefe de sector. “Y nuestra temporada de calor apenas está empezando”.
Grupos de ayuda humanitaria como Humane Borders, Tucson Samaritans y No More Deaths dejan bidones con agua y otras provisiones en zonas remotas del sur de Arizona con la esperanza de salvar vidas en una región donde se han documentado más de 3 mil 700 fallecimientos de inmigrantes desde 2004. Pero muchos inmigrantes nunca hallan las provisiones tras perderse.