La ciencia lleva tiempo advirtiendo de que debemos limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados. Más allá de eso, nos arriesgamos a una calamidad. Limitar el aumento de la temperatura global es una cuestión de supervivencia para los países vulnerables al clima, ha asegurado el titular de la ONU.
Al mundo se le está acabando el tiempo para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los dos grados centígrados, una cuestión de vida o muerte para los países vulnerables al clima que están en primera línea de la crisis, reiteró el jueves pasado el Secretario General de la ONU.
En su intervención en la primera Cumbre de Financiación de los Países Vulnerables al Clima, formada por 48 naciones expuestas sistemáticamente a desastres relacionados con el clima, António Guterres dijo que necesitaban garantías de que el apoyo financiero y técnico estará disponible.
“Para reconstruir la confianza, los países desarrollados deben aclarar ahora cómo van a entregar efectivamente 100.000 millones de dólares anuales de financiación climática al mundo en desarrollo, como se prometió hace más de una década”, dijo.
El titular de la ONU dijo que para que el “mundo se recupere”, se restablezca la cooperación entre los gobiernos y se recupere de la pandemia de una manera resistente al clima, los países más vulnerables tienen que recibir el apoyo adecuado.
Riesgo de calamidad si no limitamos el aumento de la temperatura a 1,5 grados
Guterres pidió un plan claro para alcanzar los objetivos de financiación climática establecidos para 2025, algo que prometió recalcar a los ministros de finanzas del G20.
Añadió que las instituciones de financiación del desarrollo desempeñan un gran papel de apoyo a los países a corto plazo, y que o bien facilitan una recuperación baja en carbono y resistente al clima, o bien se atrincheran en inversiones de alto contenido en carbono, que siguen siendo las mismas, y que hacen un uso intensivo de los combustibles fósiles. “No podemos permitir que esto ocurra”, dijo.
El Secretario General recordó que los impactos climáticos que estamos viendo, actualmente de 1,2 grados por encima de los niveles preindustriales, dan al mundo una idea de lo que está por venir: sequías prolongadas, fenómenos meteorológicos extremos e intensificados e inundaciones horribles.
“La ciencia lleva tiempo advirtiendo de que debemos limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados. Más allá de eso, nos arriesgamos a una calamidad… Limitar el aumento de la temperatura global es una cuestión de supervivencia para los países vulnerables al clima”, subrayó.
Más adaptación
El responsable de la ONU destacó que sólo el 21% de la financiación climática se destina a la adaptación y la resiliencia, y que debería haber una asignación equilibrada tanto para la adaptación como para la mitigación.
Los costes actuales de adaptación para los países en desarrollo ascienden a 70.000 millones de dólares al año, y esto podría aumentar hasta 300.000 millones de dólares al año en 2030, advirtió. “Pido que el 50% de la financiación climática global de los países desarrollados y de los bancos multilaterales de desarrollo se destine a la adaptación y la resiliencia en los países en desarrollo. Y debemos hacer que el acceso a la financiación climática sea más fácil y rápido”.
Invertir para salvar miles de vidas
El jefe de la ONU también acogió con satisfacción el jueves un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que revela que se podrían salvar unas 23.000 vidas al año -con unos beneficios potenciales de al menos 162.000 millones de dólares al año- mediante la mejora de las previsiones meteorológicas, los sistemas de alerta temprana y la información climática, conocida como hidrometría.
En un mensaje de vídeo con motivo de la publicación del primer informe sobre las carencias en materia de hidrometría, António Guterres afirmó que estos servicios son esenciales para aumentar la resiliencia frente al cambio climático.
Señaló que los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y los Países Menos Adelantados, donde siguen existiendo grandes lagunas en los datos meteorológicos básicos, serían los más beneficiados. “Éstas afectan a la calidad de las previsiones en todas partes, especialmente en las semanas y días críticos en los que las acciones anticipatorias son más necesarias”, dijo.
Según la OMM, las inversiones en sistemas de alerta temprana de peligros múltiples generan beneficios que valen al menos diez veces su coste y son vitales para aumentar la resiliencia ante los fenómenos meteorológicos extremos. En la actualidad, sólo el 40% de los países cuentan con varios sistemas de alerta eficaces.
Fuente: ONU,