Samuel García ganó las elecciones para gobernar el Estado de Nuevo León, el candidato de Movimiento Ciudadano logró posicionarse en la historia política de México al ganar una campaña atípica, aunque valida y de actualidad. Quien fuera diputado local en 2015 y Senador en 2018, supo inteligentemente manejar su imagen al hacer lo que él mismo denominó como la “nueva política” al querer darle una voz a los jóvenes y remover a los “viejos políticos”.
Su campaña se concentró en ser cercano a la gente, algo que me resulta ingenioso fue la manera de estar presente a través de las nuevas tecnologías y las aplicaciones como lo es WhatsApp. Se crearon chats en los que el candidato respondía las preguntas e inquietudes directamente a los ciudadanos y lo trabajó tan bien que pareciera que estaba contestando alguien realmente preocupado por el bienestar local, por lo menos no te dejaba en “visto”.
Además de los “pegoteos” en las paradas de semáforo, donde el candidato se mostró cercano a la ciudadanía, mucho contribuyó el apoyo de su esposa la “influencer” de maquillaje Mariana Rodríguez quien al contar con 1.7 millones de seguidores en Instagram supo procurar la imagen del candidato remarcando el buen gusto, elegancia, y sofisticación que tanto se jactan los regios.
Estas nuevas maneras de hacer política hubieran sido de mucha utilidad para el expresidente Nicolás Sarkozy, ya que aquí en Francia el asunto político-financiero Bygmalion, es un escándalo. Nicolás Sarkozy está en proceso delante de la justicia francesa porque se presume que tuvo una campaña presidencial en oro masiva. El defiende que su campaña no costó 2 veces más cara que la de sus oponentes de aquel entonces en 2012, François Hollande y Marine Le Pen. Lo que Nicolás Sarkozy considera una fábula, costó 42.8 millones de euros. Los antiguos dirigentes de Bygmalion, agencia de comunicación creada en 2008, y del partido UMP (Union pour un mouvement populaire) han reconocido haber puesto un sistema de facturas “maquilladas”. El expresidente alega que el dinero no fue dirigido para su campaña, ya que se hubiera visto al haber dado caviar al público en sus meetings.
En todo caso, la influencia de las nuevas tecnologías, favorecen la imagen de los candidatos al crear una ilusión de cercanía con la ciudadanía y que esta nueva manera de hacer política no tiene nada de nueva, sino que simplemente se cambian las herramientas de trabajo; con Nicolás Sarkozy se utilizó una agencia de comunicación, con Samuel García, Instagram.
Araceli Fuerte Carbajal