En las elecciones del 6 de junio de 2021 se elegirán simultáneamente los puestos a cargos federales y locales en treinta y dos entidades federativas del país, 500 diputados federales al Congreso de la Unión: 300 de los cuales serán electos por mayoría simple y los 200 restantes mediante el principio de representación proporcional al ser votados en listas en cada una de las cinco circunscripciones electorales que integran al país. Estas son elecciones intermedias que pueden ser consideradas como un ejercicio de medición para calificar el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La casa encuestadora Gabinete de Comunicación Estratégica lanzó una encuesta el 22 y 23 de mayo del presente año, realizó 800 entrevistas a nivel nacional y los datos se focalizaron en varias temáticas. La primera temática indagó sobre el avance del país y 45% opina que está estancado. Acerca de la aceptación del presidente López Obrador, sigue teniendo una aceptación del 54%, consideran que se debe a que es un buen comunicador, aunque señalaron que su cotidianidad en los medios es contraproducente porque ahora la gente quiere verlo de presidente, que entregue cuentas. Esta aceptación del 54% corresponde básicamente a sus habilidades como líder social. Consideran que las mañaneras, como se les denominan a las apariciones del presidente en TV diariamente, son una manera de defender su gobierno.
En cuanto a la afluencia el día de las elecciones, recalcaron que la gente contesta lo socialmente aceptable, 79.5% aseguró que sí ira a votar. La modernización del sistema electoral ha permitido que la gente tenga más confianza en el INE, ya que un 59% de los encuestados considera que el desempeño del INE ha sido eficaz después del 2018.
De acuerdo con la encuesta MITOFSKY, las características por las cuales López Obrador fue electo son las siguientes: los hombres de entre 18 a 29 años fueron los que más votaron por él. El nivel académico de los votantes corresponde a personas con estudios universitarios. La problemática principal por la cual ganó simpatizantes fue la propuesta de erradicar la corrupción. La localidad urbana fue la que más votó por Morena y la confianza en las instituciones electorales subió.
Esta confianza es beneficiosa porque motiva y agiliza la participación ciudadana mediante el uso de tecnologías. Por ejemplo, uno de los avances para fortalecer la cultura democrática es el Sistema de Registro para Votar desde el Extranjero (SRVE), es una herramienta en línea administrada por la Dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores (DERFE) e implementada por la Unidad Técnica de Servicios de Informática (UNICOM) para que los ciudadanos residentes en el extranjero puedan realizar su solicitud de inscripción a la Lista Nominal de Electores Residentes en el Extranjero (LNERE).
Es importante elogiar esta confianza, ya qué México comienza a fortalecer su cultura democrática. Después de las elecciones de “Haiga sido como haiga sido”, la cultura democrática y el voto comienzan a tener más credibilidad al momento de elegir a los representantes. Sería interesante en algún momento poder fortificar la democracia al realizar prácticas como lo hacen en Francia donde el “Vote par Procuration” se refiere a cuando un votante ausente el día de una elección (departamental, regional, legislativa, presidencial, municipal, etc.) o un referéndum puede ceder su derecho por medio de una “carta poder”. El votante ausente elige a una persona que vota en su lugar. Esta persona debe votar de acuerdo con las instrucciones dadas por el votante ausente.
Las críticas al actual gobierno se volcán al personaje, a su imagen, que bien o mal ha estado desgastándose y deteriorándose. Sin embrago, hay que poner atención en no caer en los extremos, ya que, según la encuesta de Gabinete de Comunicación Estratégica, existe un 19% de la población que está en el extremo “a favor”, que defiende sin objetividad la imagen del presidente y el otro 16% que se posiciona en el extremo opuesto al criticar implacablemente su mandato. Mientras tanto, hay que esperar el 6 de junio para ver si estas elecciones son traducidas en un “voto castigo” al actual mandato del presidente o si la gente aún sigue confiando en lo que propuso en su campaña presidencial.
Araceli Fuerte Carbajal