La sonda solar Parker tiene la misión de estudiar el sol, pero sigue descubriendo cosas nuevas e intrigantes sobre Venus.
Durante un breve giro por Venus, la astronave de la NASA detectó una señal de radio natural que reveló habían volado a través de la atmósfera superior del planeta. Esta fue la primera medición directa que se tuvo en casi 30 años, manifestó la institución en su sitio web oficial.
En un estudio publicado por la revista Geophysical Research Letters, dio a conocer que la atmósfera superior del astro sufre cambios desconcertantes durante un ciclo solar de actividad de 11 años del sol. Esto marca la última pista para desenredar cómo y por qué Venus y la Tierra son tan diferentes.
La misión solar, que fue lanzada en 2018, tiene como objetivo estudiar el sol y desentrañar algunos de sus misterios. La sonda viajará a través de la atmósfera del astro solar en el transcurso de siete años y se acercará más a la superficie de nuestra estrella que cualquier cohete anterior.
Venus es fundamental para el éxito de la sonda. El vehículo espacial utiliza la gravedad del planeta mientras gira alrededor del planeta, llamada asistencia de gravedad, para ayudar a doblar la órbita de la sonda y acercarla cada vez más al sol.
La información recopilada por Parker hasta ahora sobre el planeta está ayudando a los científicos a comprender por qué es tan diferente de la Tierra, a pesar de que a menudo se hace referencia a los planetas como gemelos.
Ambos planetas son rocosos y de tamaño similar, pero algo sucedió que hizo que la Tierra y Venus se desarrollaran de manera diferente. A diferencia de la Tierra, este no cuenta con un campo magnético. Su superficie inhóspita tiene temperaturas ardientes que pueden derretir el plomo.
Los intentos de estudiar dicho planeta utilizando naves espaciales son complicados, porque solo pueden sobrevivir durante un par de horas como máximo si intentan descender a la superficie. Misiones anteriores para explorarlo incluyeron el Pioneer Venus Orbiter de la NASA de 1978 a 1992 y el Venus Express de la Agencia Espacial Europea de 2005 a 2014, ambos orbitaron el planeta.
“Estaba tan emocionado de tener nuevos datos de Venus”, dijo Glyn Collinson, autor principal del estudio e investigador asociado en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, en un comunicado.
Collinson, un experto venusino que ha estudiado datos de misiones anteriores al planeta, pensó que la señal le parecía familiar. Anteriormente trabajó en el orbitador Galileo, que estudió a Júpiter y sus lunas de 1995 a 2003.
La comparación de los datos reveló algo que los científicos habían sospechado durante mucho tiempo: la ionosfera de Venus cambia en respuesta a la actividad del sol a lo largo de su ciclo solar.
Comprender las formas en que Venus responde a los cambios experimentados por el astro solar podría ayudar a los científicos a descubrir cómo evolucionó dicho planeta.
Los científicos estaban ansiosos por aprovechar el sobrevuelo de Parker Solar Probe para obtener nuevos datos y vistas del planeta gemelo de la Tierra, “Para ver Venus ahora, se trata de estos pequeños destellos”, agregó.