Un análisis de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) señala que el poder adquirido por el Ejército en la actual Administración no es sano para la democracia en México.
El documento, titular “México militarizado: una guerra perdida que no ha traído la paz”, acusa al presidente Andrés Manuel López Obrador de profundizar la militarización tanto dentro como fuera del ámbito de la seguridad pública.
Firmado por Stephanie Brewer, el análisis recuerda que América Latina es una región marcada por golpes de estado y dictaduras militares, en la que la delegación de tareas civiles a las fuerzas armadas levanta banderas rojas.
“México no sufrió golpes militares, sin embargo, la influencia de las Fuerzas Armadas dentro y fuera del ámbito de la seguridad puede significar que un golpe no sea necesario para que ejerzan niveles de poder que, si bien no llegan a ser un gobierno militar, difícilmente hablan de una democracia sana”, señala.
De acuerdo con Reforma, el documento señala que “con la seguridad pública y los proyectos emblemáticos del gobierno en manos militares, vale la pena cuestionar qué grado de poder retiene el gobierno civil sobre los militares”.
WOLA señala que actualmente las Fuerzas Armadas se encuentran en funciones de seguridad pública, vigilancia de instalaciones estratégicas, control de puertos y aduana e incluso en el control migratorio.
También en la erradicación de cannabis y amapola de opio, al igual que en la producción, adquisición y concesión de licencias de armas de fuego y en la construcción de sucursales del Banco de Bienestar, aeropuertos, megaproyectos de turismo y transporte, y la distribución de vacunas contra el Covid-19 son otras de sus funciones.