Después de tantos meses sin viajar, las mentes aventureras están buscando destinos que, si es posible, lo tengan todo: naturaleza, cultura y, si puede ser, mucho espacio abierto para practicar deporte y relajarse. La primera opción que se nos ocurra será, probablemente, la más masificada… así que, ¿por qué no pensar en un lugar que tenga todo eso y, además, resulte un poco más exclusivo?
Ese lugar es la montaña Schilthorn y sus alrededores, en el centro de Suiza. En su ladera se encuentra el pueblo alpino de Mürren, que acoge a los visitantes en sus hoteles y apartamentos turísticos. Tanto en los meses de invierno como en los de verano, se pueden encontrar multitud de posibilidades para disfrutar de deportes al aire libre (senderismo, bicicleta de montaña, Vía Ferrata, esquí en invierno…), simplemente pasear descubriendo paisajes o, incluso, subir en el telecabina y disfrutar de unas espectaculares vistas panorámicas de los Alpes desde el restaurante giratorio de la cima.
Ahora bien, un espacio en el que la naturaleza impone su majestuosidad ofrece, a la vez, cultura y entretenimiento para todos. El pico del Schilthorn, también llamado Piz Gloria, fue el escenario —hace ya cinco décadas— de la película de James Bond “007 al servicio de su majestad”. Los fans de la famosa saga sobre el espía británico, ya sean mayores o pequeños, pueden revivir su aventura alpina y hacerse simpáticas fotos de recuerdo en las atracciones instaladas.
La mejor manera de organizar el viaje es volar a Zúrich o Ginebra (swiss.com). Desde cualquiera de estos aeropuertos se puede tomar un tren hasta que nos llevará hasta la localidad de Lauterbrunnen. Todavía nos queda la subida, en un pintoresco tren de cremallera, hasta el encantador pueblo alpino de Mürren desde donde podremos tomar el telecabina que asciende la montaña de Schilthorn hasta la cima.