Durante el último año la crisis alimentaria se agravó significativamente en Centroamérica, especialmente en Guatemala y Honduras, indicaron las Naciones Unidas, la Unión Europea y varias instituciones humanitarias
Un informe anual elaborado por esos organismos y difundido el miércoles señaló que mientras que en 2019 ocho millones de personas sufrían una grave inseguridad alimentaria en esa región y Haití, el año pasado la cifra aumentó a 11,8 millones.
El clima extremo, sobre todo los devastadores huracanes, y las repercusiones económicas de la pandemia de COVID-19 son algunas de las causas de la inseguridad alimentaria, señaló el documento titulado “Informe Global de Crisis Alimentarias 2021”.
En Guatemala más de 3,7 millones de personas se encontraban en situación de grave inseguridad alimentaria entre noviembre de 2020 y marzo de este año. La cifra incluye a unas 427.600 en situación de emergencia. Los huracanes Eta e Iota contribuyeron a esta situación, a la que también se sumaron factores como la inseguridad y la fácil transmisión de enfermedades, indicó el informe.
El reporte explicó además que debido a los cierres fronterizos por la pandemia, en Guatemala -que es un país de paso de los migrantes que viajan hacia el norte-, muchos han quedado estancados y forzados a encontrar empleo en momentos de alta desocupación.
En tanto en Honduras casi tres millones de personas se encontraban en situación de grave inseguridad alimentaria en diciembre de 2020. La cifra incluye a más de 600.000 en situación de emergencia.
“Se espera que hogares de zonas rurales en el Corredor Seco sean los más afectados por una grave inseguridad alimentaria debido a pérdidas acumuladas de ingresos, bienes y cultivos debido a la sequía del 2019 y la temporada de huracanes del 2020”, señaló el reporte.
También se menciona a Venezuela, aunque se destaca que el país no fue incluido en el reporte debido a evidencia insuficiente. Aún así, se menciona que la grave crisis alimentaria del país en 2019 probablemente empeoró en 2020.
Venezuela y el Programa Mundial de Alimentos de la ONU suscribieron en abril un acuerdo para comenzar operaciones en el país sudamericano y atender con prioridad a la población infantil más vulnerable.
El documento de más de 300 páginas fue elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), el Fondo de Alimentos de la ONU, la Unión Europea e instituciones como el Instituto Internacional de Investigación de Políticas Alimentarias.
El informe concluyó que 155 millones de personas en 55 países sufren grave inseguridad alimentaria, lo que representa un aumento 20 millones respecto de 2019. Además del clima extremo y la pandemia, los conflictos y la violencia son otros importantes factores de las crisis alimentarias.
“La asistencia humanitaria es absolutamente clave pero la asistencia humanitaria no es suficiente”, dijo Dominique Burgeon, director de la División de Emergencias y Rehabilitación de la FAO durante una rueda de prensa celebrada remotamente. “Necesitamos paz, necesitamos trabajar en qué origina estos problemas y necesitamos transformar el sistema alimentario”.