En la actualidad no existe ningún tipo de tecnología en la tierra que pueda ser capaz de impedir que un asteroide acabe con Europa, según la simulación realizada por las principales agencias espaciales. Afortunadamente, el asteroide era ficticio.
Este prototipo de roca espacial fue inventado por un equipo de expertos de la NASA para evaluar si estamos realmente preparados para desviar un impacto de este tipo como parte de un ejercicio realizado el mes pasado. En conclusión, las tecnologías capaces de desviar una roca espacial de este tipo aún no existen.
El ejercicio dirigido por la NASA, el cual tuvo duración de una semana concluyó que la catástrofe sería inevitable, incluso con seis meses de preparación.
El hipotético escenario de impacto, que tuvo lugar durante una conferencia de defensa planetaria organizada por las Naciones Unidas a finales del mes de abril, demostró que los Gobiernos están mal preparados para este tipo de catástrofe.
Por lo que se sabe ningún asteroide causa una amenaza para la tierra en estos momentos. Pero se estima que dos tercios de los asteroides de 140 metros de tamaño lo suficientemente grandes para ocasionar un daño considerable, siguen sin ser descubiertos. Es por ello que la NASA y otras agencias intentan prepararse para una situación así.
“El ejercicio se desarrolló de tal manera que básicamente tuvimos que recibir el impacto”, dijo Lindley Johnson, Oficial de Defensa Planetaria de la NASA.
“Uno de los objetivos de este ejercicio es conseguir que la comunidad de gestión de catástrofes y de respuesta a emergencias se involucre más y piense en lo que tendría que afrontar si no tuviéramos tiempo para desviar un asteroide en el espacio, y tuviéramos que recibir el impacto en algún lugar”, añadió en un comunicado de prensa de la NASA.
Según un informe elaborado durante el ejercicio, la opción de desviación no fue viable porque requeriría el envío de una nave espacial para desviar el asteroide de su trayectoria con mucha más antelación al impacto que los seis meses previstos.
El informe también señala que el envío de un artefacto explosivo nuclear para desviar el asteroide es sería la única opción de mitigación viable en escenarios de advertencia muy cortos, pero tras sólidos cálculos esa opción también se consideró invalida en este caso.
La única respuesta a un evento de este tipo fue entonces la evacuación de la zona antes de que el asteroide impactara, sin embargo, la zona de impacto se extendió por gran parte del norte de África y Europa, lo cual haría de la tarea algo casi imposible.
En un futuro próximo la agencia tendrá la intención de desviar un asteroide en la vida real. Ya en 2022, espera lanzar su misión Double Asteroid Redirection Test (DART), una pequeña nave espacial que pretende impactar con el asteroide Dimorphos en algún momento a finales de 2022 para cambiar su órbita.
“Aunque el asteroide contra el que impacta DART no supone ninguna amenaza para la Tierra, se encuentra en una ubicación perfecta para que realicemos esta prueba de la tecnología antes de que pueda ser realmente necesaria”, dijo Andrea Riley, ejecutiva del programa DART en la NASA mediante el comunicado.