En medio de las protestas y los disturbios que hacen que se viva un clima de máxima tensión en Colombia, la periodista Paola Ochoa sugirió que el Gobierno debería analizar bloquear las redes sociales para evitar “convocatorias a hacer vandalismo” y suscitó así un inmenso debate en el que predominan las críticas hacia su postura.
Se trata de un procedimiento cada vez más frecuente: según informó la organización Access Now en un informe, 25 países cortaron la red internet en 196 ocasiones durante 2018 frente a diferentes situaciones de inestabilidad social y política.
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Lo cierto es que en el país presidido por Iván Duque, las redes sociales están cumpliendo un rol protagónico, aunque no para promover los hechos delictivos, sino para denunciar, informar y visibilizar desde el centro de la escena hacia el resto del mundo las consecuencias que dejan las fuertes disputas entre la Policía Nacional y la población civil.
Pese a que no se trata de un fenómeno inédito, tiene una particularidad: el contenido no se viraliza principalmente a través de Twitter, Facebook, ni tampoco de Instagram, sino que lo hace a través de TikTok, pese a que, luego, las primeras se retroalimenten de esta última.
La aplicación es la misma, pero el pueblo colombiano la adaptó a sus necesidades.
Los mini sketches humorísticos se transformaron en desesperados pedidos de ayuda, las cámaras ocultas pasaron a ser crudos relatos en primera persona en medio de los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, los bailes le dejaron lugar a los monólogos informativos y los divertidos playbacks de canciones pasaron a ser denuncias por los abusos de la policía.
https://www.tiktok.com/@marlynyjuanda17/video/6958833994884467973