Marco A. Rodríguez Blasquez.
Ante la caída de MORENA en las preferencias electorales dadas a conocer recientemente por distintas casas encuestadoras, se suma el nuevo frente que abrió la 4T con empresarios de la industria eléctrica a raíz de las reformas aprobadas en el Senado, ante lo cual se han interpuesto un número importante de amparos.
Es una presunción que vale la pena comentar: El escenario actual marcado por el desgaste que ha envuelto a MORENA en la designación arbitraria de candidatos, este sector empresarial podría aportar veladamente recursos económicos para fortalecer a los partidos políticos opositores en la contienda electoral.
En este litigio, que ha sido abordado por el Presidente AMLO, y que él refiere que la reforma impulsada por este gobierno, constituye un acto similar al que se dio durante la nacionalización de la industria eléctrica en el gobierno de López Mateos, es prudente hacer un breve repaso histórico, a fin de ubicar el contexto de la realidad actual, bajo la perspectiva del pasado. La reforma aprobada en el Congreso a inicios de este mes, motivó la presentación de amparos ante jueces federales por empresas particulares al obstaculizar la libre competencia en el mercado eléctrico y ser violatoria a lo contenido en tratados internacionales.
Ante esta decisión del poder judicial, faltando aún la ratificación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el jefe del Poder Ejecutivo Federal, anunció que en caso de ser ratificada la sentencia de los Jueces Federales por los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, enviará al Congreso una iniciativa a fin de modificar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, citando como ejemplo el proceso de nacionalización de la industria eléctrica realizado por el ex Presidente Adolfo López Mateos, tiempo en que el recurso eléctrico no era propiedad de la nación y la electricidad era suministrada por empresas extranjeras legalmente establecidas en México.
Con la recopilación de una serie de datos y anécdotas de lo sucedido en aquel 1960, se infiere que el desarrollo de los acontecimientos en los distintos periodos, son diametralmente opuestos:
En la nacionalización de la industria eléctrica con López Mateos, el expresidente tuvo a su lado a un extraordinario negociador, que fue el Secretario de Hacienda Antonio Ortiz Mena, quien logró convencer al Presidente de seguir el camino de la adquisición en lugar de la expropiación por lo que le sugirió, que en lugar de emprender una medida autoritaria, comprar las acciones de las empresas extranjeras así como de los accionistas minoritarios de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, que suministraba energía eléctrica al Distrito federal, Edoméx, Hidalgo y Morelos.
Este excepcional economista, quien fue Secretario de Hacienda y Crédito Público de 1958 a 1970 y estableció las bases en el país en el proceso de modernización a través de lo que se denominó el desarrollo estabilizador, refiere en uno de sus libros que al comprarle sus acciones a las empresas en lugar de expropiarlas se evitaría dañar la imagen de México en el mundo, que lo ubicarían como un país que no respeta la inversión privada. Para lograr su cometido en las negociaciones, Ortiz Mena se apoyó de un argumento que justificara la compra de las acciones, que era que las empresas principalmente estadounidenses y canadienses, no tenían la capacidad para suministrar el servicio eléctrico a todo el territorio nacional, principalmente en las comunidades rurales, siendo que esto último representaba un imperativo social a resolver por el gobierno, por lo que era necesario unificar la red de distribución eléctrica en todo el país, y solo sería posible si el Estado Mexicano asumía el control de las compañías.
El 1.º. de septiembre de 1960, López Mateos al rendir su informe de gobierno mencionó que había culminado el proceso de adquisición de la industria eléctrica, y que las compañías extranjeras habían aceptado después de una ardua negociación, vender sus acciones sin lesionar derechos ni interés legítimo alguno, y empleando procedimientos acordes con el desarrollo nacional.
Sin embargo unos días después el 27 de septiembre de ese mismo año, en un acto multitudinario en el zócalo capitalino, López Mateos cambia su discurso, dando una nueva versión de los hechos que se dieron en las negociaciones con las empresas de suministro eléctrico, al mencionar que se le estaba devolviendo al pueblo la energía eléctrica, lo que implicó independizarse para beneficio del país de las compañías extranjeras, “entregar los recursos al extranjero es un acto de traición a la patria” es decir, con este cambio de los hechos asentados en el discurso político, la compraventa de las acciones lograda por Ortiz Mena se convirtió en un parte aguas de un acto revolucionario.
No obstante con este cambio en el discurso político, el proceso de nacionalización en un entorno social, económico y poblacional, muy distinto al actual, se dio sin conflictos. Los hechos que motivaron la Reforma de 1960, difieren por mucho de la impulsada por el Presidente AMLO. Aquí algunos de ellos:
- En la Reforma de López Mateos, el Presidente aceptó de inicio la sugerencia de su colaborador, autorizándolo para que fuera él, Ortiz Mena, el único negociador con las compañías de energía eléctrica.
- En el transcurso de las negociaciones, las empresas mostraron su conformidad en los argumentos vertidos por el negociador, quien logró de estas la compra de sus acciones y el traspaso de su estructura corporativa.
- En este gobierno lamentablemente no existe un Ortiz Mena, con la capacidad negociadora y los conocimiento para hacerse escuchar y convencer al Presidente.
- Los acuerdos comerciales firmados por México nos obligarán a indemnizar a las empresas e inversionistas, si sus proyectos de generación de energía se ven afectados por los cambios que se den en la Reforma de AMLO.5. Bajo este escenario, las circunstancias políticas, sociales y sanitarias se han aliado, y no obstante que el titular del ejecutivo goza de una amplia aceptación, más no así su partido político, ponen en riesgo ante las próximas elecciones, la continuidad del proyecto político de la 4-T.
Al seguir actuando este gobierno sin mesura en las medidas adoptadas, está abriendo una ventana que podría ser capitalizada por la oposición, sin embargo en lo personal no observo una estrategia de los contendientes, quienes en lugar de aportar argumentos sólidos de cómo mejorar en los aspectos de salud, económicos, políticos y sociales, se desgastan en evidenciar lo malo de este gobierno, y a diferencia este gobierno, más no Morena, cuenta con una estrategia bien articulada en lo mediático y operación en tierra a través de sus estructuras paralelas que le redituarán en lo electoral.