Uso de tecnología mejoraría producción de cultivos.

  • El IICA plantea que el papel de las tecnologías resulta central para superar la pobreza y la inseguridad alimentaria en América Latina.

Según el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), declaro que la incorporación de habilidades digitales en la agricultura requiere de una atención urgente para transformar las prácticas de producción y consumo de alimentos en América Latina y el Caribe, donde al menos 77 millones de personas viven en territorios rurales.

Sandra Ziegler, consultora del IICA y autora del estudio: “Habilidades digitales en la ruralidad: un imperativo para reducir brechas en América Latina y el Caribe”, declaro que “Los beneficios que presentan la adopción de estas tecnologías son múltiples porque permiten mejorar la calidad de la producción, efectuar un cuidado medio ambiental y del suelo, difundir buenas prácticas y el desarrollo de los sistemas alimentarios”.

De igual forma la consultora asegura que las nuevas tecnologías permiten maximizar la producción y llevar alimentos de calidad a una población más amplia, además de transmitir conocimientos sobre buenas prácticas y trasladarlos a otros ámbitos.

Por otra parte, A través del Programa Centroamericano de Gestión Integral de la Roya del Café (PROCAGICA), países como Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y República Dominicana, emplean herramientas digitales las cuales les permite proporcionar información adecuada para la toma de decisiones sobre adaptación a la variabilidad y al cambio climático.

De acuerdo con el coordinador del IICA para Centroamérica, Enrique Quirós, a mediados de 2020, se estimaba que cerca 4.4 millones de personas en la región centroamericana (7 % de la población) tenía problemas por la crisis alimentaria.

“Para este año, la situación podría agudizarse y llegar a 8.8 millones, producto de la combinación de la pandemia, eventos climáticos, afectación por la langosta voladora y el aumento en los precios de alimentos que afecta la capacidad adquisitiva de las familias”, indica Quirós.

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