El pasado 25 de marzo en el marco del 40 Aniversario del Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México (ISCEEM) órgano desconcentrado de la Secretaría de Educación que preside Gerardo Monroy Serrano, Ada Esthela Rosales Morales, habló ante la comunidad científica y académica que también dirigió por más de una década, sobre su trabajo de investigación titulado “Mutación, Transmutación y Cambio Científico”.
Después de hacer precisiones de lo que el observador de las ciencias desarrolla, es cuando ya se debe recurrir a perspectivas operacionales como el paradigma, la ideología del ser, en la búsqueda de explicaciones, en el intento de responder a preguntas, e indicó: “se tiene que saber que hacer ciencia es más que conocer, más allá de lo sentido y de lo pensado. Ya que para decir que una investigación es de ciencia implica ir y venir entre los planos de la subjetividad, de la subjetividad, para llegar a la objetividad y con evidencia constatada, medido y valorado y tener como resultado la validez, la confiabilidad y la consistencia y por tanto la metódica que ofrece la ciencia”.
Asimismo, mencionó que su libro parte de la noción de la ciencia en el plano de la objetividad, mediante procedimientos colectivamente aceptados por los científicos, de un ideal difícil de practicar, y puntualizó: “pero la postura es que, si no se cumple con la objetividad, no es un asunto de ciencia, es únicamente una opinión, un juicio, desde la creencia del individuo que investiga, pero que nos coloca en la carencia. Este es un llamado para valorar en lo individual sobre el quehacer investigativo, ya que la ciencia es la correspondencia constatada entre el ser o seres particulares, fenómenos, objetos, sujetos, las cosas y la entia, lo que pensamos de ese o esos seres, su relación, su integración y lo que la ciencia aporta como propio en los ámbitos del saber y del hacer, que derivan en las objetividad, llegando a la validez, para demostrar, comprobar y constatar, obteniendo la argumentación científica, que permite la aceptación oportuna y de utilidad, como propuesta válida mediante un proceso metódico que presente la evidencia”.
Ada Esthela Rosales hizo énfasis en que muy pocas investigaciones a nivel nacional tienen aceptación en las instancias que las califican y publican, ya que no son oportunas, ni tienen utilidad, además de que carecen de propuesta, o tienen propuesta, pero sin validez, ni evidencia, y mucho se debe a que no tienen ese proceso metódico que conlleva a la objetividad para ser ciencia, lo que obliga a preparar al sector científico de manera pertinente.
Sin duda, en estos momentos, donde los cambios que vive la educación superior una profunda transformación y el CONACYT estableció un nuevo reglamento, obliga a reorientar los productos que se generan desde la ciencia y cumplan con la finalidad e interés público en favor de la sociedad, en la hora buena por esta segunda participación en el Instituto.