La gran pregunta, para la elección del próximo 6 de junio es si el presidente Lopez Obrador, que no está en la boleta, podrá o no influir, para que los electores voten por Morena y sus candidatos.
El presidente sabe que la pregunta existe y hace todo lo que puede, para hacer de una elección local una de carácter federal que es el espacio donde puede influir, de manera particular a través de sus comparecencias mañaneras.
En la elección de 2018, el voto por gobernadores y alcaldes de Morena estuvo lejos del porcentaje que obtuvo el presidente. Entre más local fue la elección menor fue el voto afirma Jorge Buendía, especialista en encuestas (El Universal, 16.02.21).
A pesar de este hecho es evidente que en la elección de 2018, el candidato presidencial López Obrador jaló el voto a favor de todos los candidatos de su partido. Los electores tendieron a votar por el mismo logo.
Es una realidad, como lo señala Buendía, que los candidatos a gobernador, alcaldes y también a diputados locales son tanto o más conocidos que el presidente en sus regiones y localidades.
Esto juega en favor de la oposición y en contra de Morena. La valoración positiva del presidente, que se mantiene en torno al 60 %, no necesariamente va a jalar a los candidatos de su partido en esta elección intermedia.
El presidente desde la mañanera con el aval del TEPJF, que decidió que en esta elección puede, sin más, violar los artículos 41 y 134 de la Constitución, se va a meter de lleno a la campaña.
Lo hará, con todo, desde el especio federal o nacional, pero no local. Dese el púlpito donde todas las mañanas ofrece su sermón de propaganda va a insultar, con la misma cantaleta de siempre, a los partidos de oposición y exaltar al suyo.
La pregunta sigue siendo si eso le va a permitir influir en la elección del presidente municipal de Naco, Sonora, o en el distrito de un diputado local en Yucatán o Colima. Está por verse.
Lo que sí está probado en México, también en otros países, es que para la oposición sus buenos resultados dependen de tres elementos: un buen candidato, apego al territorio y el discurso que quieren oír los electores.
Los candidatos a gobernador, presidentes municipales, diputados federales y locales deben ignorar el discurso presidencial. Nunca deben caer en la provocación diga lo que éste diga.
Su ventaja competitiva está en el territorio. Ahí los conocen y los han visto. Su discurso solo debe tratar temas locales. En una elección intermedia eso es lo que interesa al electorado. Los temas nacionales quedan relegados.
Twitter: @RubenAguilar