Por: Guillermo Robles Ramírez / InterSIP
“Es propio de aquello con mentes estrechas, embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza”; frase de Antonio Machado, poeta español. Una interpretación que se puede hacer referencia ante una persona que no permite tener una percepción, información u opinión, que no sea mas que la de uno mismo, es decir, no acepta la apertura de otras posibilidades más que la limitación de sus creencias y conocimientos.
Esa es la óptica del mundo hacia México, quien ha llamado la atención y no de manera positiva la inflexible decisión del Presidente de México, y MORENA en su reforma energética.
No se trata de una “dizque” crítica de enemigos neoliberales y “prensa conservadora” (algo inexistente) que ven negativamente la decisión del monopolio de la energía en nuestro país. Existe precedente histórico entre México y Estados Unidos de más de 100 años con vínculos comerciales en tema de energéticos.
Hay una gran inversión extranjera, principalmente estadounidense, que obtuvo su apogeo en la reforma energética en el año 2013, cuando Enrique Peña Nieto, era Presidente de México en aquel entonces, cuando presentó después de 20 siglos y muy a pesar de la bonanza efímera de la nacionalización de la industria petrolera en 1938, siendo solamente en la Administración de Peña Nieto, cuando se presentó una reforma integral, sostenible y sobre todo racional.
En aquel entonces se centró en la disminución de la producción de petróleo y gas, para enfocarse a la importación de la misma y el aumento de energías renovables, tecnología e infraestructura ya que la falta de inversión a las empresas de PEMEX y CFE, representaba una mayor inyección de dinero proveniente del SAT, es decir, desviar más dinero de los contribuyentes para sostener ambas empresas mexicanas.
Ante esta reforma energética del 2013, empresas estadounidenses y particulares nacionales hicieron grandes inversiones en el sector eléctrico e infraestructura para energía renovable, teniendo como consecuencia un desarrollo y estrecho vínculo comercial en el tema de energía.
Desde el año pasado tanto las dos agencias financiera calificadora Fitch Grupo y también Con Moody’s, ya habían calificado a PEMEX, en las posiciones más bajas de inversión, es decir, no viables para que nadie invirtiera en ellas consideradas como “bonos basura”, es decir, no valen nada.
El gobierno lopezobradorista y la Cuarta Transformación, quien tiene la mente estrecha de solo considerar el monopolio de la energía eléctrica de la CFE, para forzar a producir y consumir de PEMEX grandes cantidades de petróleo a generar luz a un costo caro para los usuarios y disfrazar ese incremento con un mayor subsidio del gobierno federal no solo es un retroceso en la historia de nuestro país, sino es dar un revés e ir en contra de la tendencia mundial y sobre todo los intereses comerciales y políticas de los Estados Unidos en la búsqueda de fuentes renovables, y sin contaminar el medio ambiente. Mahatma Ghandi, dijo alguna vez: “Lo que le estamos haciendo a los bosques del mundo no es sino el reflejo de lo que estamos haciéndonos a nosotros mismos y unos a otros”.
La negativa de Estados Unidos, ante el gobierno de López Obrador y MORENA, ha intentado ejercer precisión al gobierno mexicano para que cambie de rumbo ya que la Cámara de Comercio de Estados Unidos considera este monopolio en el sector de la energía eléctrica como la violación a los principios del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá.
Tanto como AMLO, y MORENA, quien este está empezando a figurar entre caricaturistas de medios periodísticos como el partido de “siervos de López Obrador”, por considerar a MORENA de servir a una sola persona en lugar de velar los intereses de los ciudadanos o mexicanos.
Hay una fuerte convicción de diferentes nacionales o países internacionales que han visto como oportunismo del presidente Andrés Manuel López Obrador; la crisis energética en México, ante la tormenta invernal de Estados Unidos que dejó sin luz a más de 4 millones de mexicanos para decir “¿cuál es la lección en todo esto?, debemos producir”.
Una manera para culpar la dependencia del comercio de energía en EU, y Canadá a nuestro país en manos de extranjeros y empresas particulares como la importación de gas natural.
México es el ángel caído por esta rebelión para ir en contra del avance que ya había logrado en el uso de energía limpia y renovable para crear un ambiente contaminante no solo para el medio ambiente sino también para los seres humanos.
El ángel caído que no quiere abandonar su política ideológica en querer reconocer que el desarrollo del sector energético se encuentra en la competitividad y productividad a largo plazo, en pocas palabras es la diversificación y no el monopolio lo que hará de nuestro país competitivo y menos dependiente en el rubro de energía. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org