No sólo es falta de energía, también falta ya el agua potable a millones de personas en Texas. Esta crisis puede verse agravada por una franja de mal tiempo que se extiende desde la frontera con México y hasta Nueva York.
El Servicio Meteorológico Nacional dijo que una gran tormenta invernal traería lluvia helada, nieve y temperaturas “muy por debajo del promedio”.
Las nevadas que azotan la zona sur de Estados Unidos además de haber dejado a millones de personas sin servicio eléctrico, ahora provocan la escasez de agua potable en Texas. Esta situación podría prolongarse en los próximos días, ya que se espera que persistan las malas condiciones climáticas.
El Gobernador texano Greg Abbott advirtió a los residentes que se preparen. “La mayor parte del estado estará bajo cero”.
De forma generalizada Estados Unidos sufrirá tormentas mortales con más frecuencia, por lo que el país debe mejorar en su gestión de estos eventos, indicaron expertos el miércoles mientras Texas y otros estados lidiaban con tormentas invernales que superaron todas las previsiones de empresas de suministros básicos, gobiernos y millones de ciudadanos ateridos.
Las tormentas de esta semana y las que están por llegar al este del país encajan con un patrón de eventos extremos provocados por el cambio climático, y demuestran una vez más que las autoridades locales, estatales y federales no hicieron suficiente por prepararse para un clima más extremo y peligroso.
Al menos dos docenas de personas han muerto esta semana, algunas de ellas por incendios o intoxicación de monóxido de carbono cuando intentaban calentarse en sus casas. En Oklahoma City, una masa de aire ártico hizo caer las temperaturas de la capital del estado hasta los -25 grados Celsius (14 grados Fahrenheit).
“Esta es una clase de tormenta diferente”, dijo Kendra Clements, una de las personas en Oklahoma City que abrieron los edificios de sus empresas para cobijar a personas sin hogar.