Para culminar la administración 2019-2021 del municipio de Zinacantepec, José Gustavo Vargas Cruz tomó protesta como alcalde, esto derivado de la actual situación del anterior edil Gerardo Nava, mismo que se encuentra vinculado a un proceso legal por presuntamente ordenar un ataque armado en contra de uno de los regidores de su administración, por supuestas diferencias políticas.
La gestión de Nava fue conocida por sus abandonos, excesos y derroches. Hoy ya no se encuentra a la cabeza y el proceso penal es solo el inicio para iniciar una búsqueda contra funcionarios, amigos y familiares del ex alcalde por su comportamiento frente al erario, al cual se le imputan más de 100 millones de pesos desaparecidos, no comprobados o manipulados.
Ante este escenario y un incremento notable en inseguridad del municipio, un pésimo servicio de limpia, obras públicas inconclusas, homicidios mismos que reportan un incremento del 14% en incidencias entre el año 2019 y el 2020, además de la renuncia de cuatro directores de área del ayuntamiento a pocas horas de la toma de protesta del alcalde, Vargas llama a cerrar filas en favor del municipio.
Ante esta invitación existe un cierto sabor a incongruencia, ya que la breve participación del nuevo edil ha sido notablemente deficiente para enmendar los errores de la pasada administración. Esto podría ser una estrategia para evitar perder popularidad ante el próximo proceso electoral.
La pregunta es: ¿Cuánto afectará al proceso de elecciones del municipio, un presidente electo constitucional detenido y un nuevo edil sin aciertos en su gestión