El que quiera azul celeste, que se encueste.
De no hacerlo, corremos el riesgo de paralizar a la 4T y debilitar al Gobierno del Presidente López Obrador.
Morena está obligado a abrir los espacios democráticos para que participen los mejores liderazgos del país a los cargos de elección popular, debido a que nos estamos jugando la continuidad de la 4T y el soporte del Gobieno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
No podemos echar las campanas al vuelo con la preferencia electoral que tenemos hoy en Morena con un 34%, que es menos de la mitad de la popularidad del Presidente de la República quien tiene un 71%.
Es decir, Morena está 37 puntos abajo del Presidente Andrés Manuel López Obrador y la oposición está organizándose en todo el país, mientras nosotros aún no hemos dado el banderazo de salida para organizarnos en cada una de las 160 mil secciones electorales del país.
¿Por qué tenemos esa escuálida preferencia?: por la cerrazón, la exclusión política y las desastrosas dirigencias nacionales de Morena del pasado reciente.
Pero eso ya pasó.
Ahora hay que ver hacia adelante y hacia el futuro.
Es momento de abrir de nuevo, y de par en par, las puertas y ventanas de la democracia en Morena, tal como lo hizo en su momento el propio Andrés Manuel López Obrador como Presidente de nuestro movimiento y como candidato a la Presidencia de la República.
El secreto en la estrategia del triunfo del 2018 fue la suma, la conciliación y la inclusión de la pluralidad democrática de los líderes de izquierda, democráticos y progresistas de cada rincón de México. Sin ellos, no hubiéramos ganado. Ésa es la verdad.
Hagamos lo mismo cuanto antes, porque ya vamos tarde y el tiempo apremia. El 2021 ya inició en serio.
Arranquemos a la brevedad con las Brigadas de Morena y la 4T en cada rincón de México.
El porcentaje que al día de hoy tiene Morena en la preferencia electoral, está aún muy lejos del 53% que obtuvimos en el 2018, por lo que es una señal de alerta y una sonora alarma, que estamos obligados a considerar como punto de partida y como incentivo propositivo para trabajar en una estrategia bien consensuada entre todos los actores políticos de Morena.
Estamos a tiempo de trazar una estrategia de inclusión y apertura democrática con los liderazgos progresistas del país.
Si Morena se cierra y no permite elecciones democráticas (a través de encuestas serias y objetivas) para elegir a sus candidatos, muchísimos liderazgos que fueron determinantes en el tsunami popular del 2018, terminarán por irse a otras opciones políticas aliadas, erosionando la fuerza política y electoral del movimiento y colocando en posición de riesgo la mayoría en la Cámara de Diputados, que se traduciría en la parálisis de la 4T y en el debilitamiento del soporte al Gobierno del Presidente López Obrador.
La nueva dirigencia nacional debe abrirse a la participación de miles de liderazgos de jóvenes, mujeres y hombres que son fundamentales para consolidar las estructuras electorales y la movilización política y popular en cada rincón del país.
Debe percatarse que un 45% de ciudadanos aún no tienen definido su voto, por lo que será decisivo incluir, sumar y convencer a ese sector estratégico a través de las mejores propuestas para competir, incluso permitir competir, sin trampas ni encuestas “patito” a aquellos liderazgos que superan en una encuesta a quienes hoy son Diputados Federales o Presidentes Municipales de la Coalición Juntos Haremos Historia.
Morena debe aliarse en serio y a fondo con el pueblo de México y organizarlo desde abajo y con la gente.
Hago un exhorto respetuoso a Mario Delgado, Presidente del CEN de Morena y a la nueva dirigencia nacional, para que iniciemos juntos una nueva era del movimiento, integrando a todas y a todos, fortaleciendo nuestra unidad política y trazando las estrategias adecuadas que garanticen el triunfo electoral en el 2021.
Desde el Ala Democrática vamos a apoyar con todo a Morena para ir por todo.
A todos los aspirantes a un cargo de elección popular les pido que se registren en las convocatorias que emitirá nuestro partido y participemos con compromiso y vocación democrática.
El que quiera azul celeste, que se encueste.
¡Bravo por todos los competidores, que entre ellos estarán las o los ganadores!
Todas y todos tendrán todo mi apoyo en su legítima aspiración.
¡Hasta la Victoria siempre, desde abajo y con la gente!