El pasado domingo mientras las elecciones municipales en Brasil estaban activas, un ataque informático intentó derribar la página del Tribunal Superior Electoral (TSE).
A este tipo de irrupción se le denomina “denegación de servicio distribuido”, el cual consiste en realizar miles de accesos simultáneos a un portal para sobrecargarlo.
El ataque fue de 30 gigabytes por segundo durante una hora. Es decir, 436 000 ordenadores intentando acceder a la página cada segundo. Finalmente se pudo controlar y solo hizo que la página funcionara con lentitud.
La investigación de dicha irrupción fue llevada a cabo por la ONG SaferNet, que cree que el ataque tenía intención de sembrar teorías de conspiración.
Por su parte, el presidente del Tribunal, el magistrado Luis Roberto Barroso, envió el documento a la Policía Federal, que ha abierto su propia investigación.
El magistrado sospecha que la operación tenía “una motivación política” y se orquestó “para desacreditar el sistema y las instituciones”.
A final, el mayor perjuicio de este ataque fue el retraso de los resultados electorales.