Diariamente nos enfrentamos a diversos desafíos, pero sin duda uno de los mayores retos de nuestro tiempo es el Cambio Climático. En México, como en todo el mundo, las alteraciones en los patrones sobre eventos climáticos y las temperaturas extremas son cada vez más comunes, y aumentarán si hay una mayor concentración de gases de efecto invernadero (GEI). De acuerdo a diversos estudios sobre los cambios en el clima, se ha observado que la atmósfera y los océanos se han calentado, los volúmenes de los glaciares han disminuido y el nivel del mar se eleva. Desde la década de los 50, se han documentado diversos fenómenos meteorológicos que salen del parámetro normal de los registros históricos. Se percibe que el número de días y noches fríos han disminuido y que el número de días y noches cálidos han aumentado al igual que las olas de calor. De igual forma, existen regiones en las que ha incrementado el número de precipitaciones de moderadas a intensas, y regiones en las que han disminuido.
Se ha observado la acidificación de los océanos, derivado de la absorción del dióxido de carbono atmosférico emitido por las actividades antrópicas, cambiando la química del agua. El impacto sobre el cambio químico de los océanos es grave, ya que el CO2 reacciona con el agua salada, formando ácido carbónico –tornándose corrosivo-, lo que afectaría la estructura de muchas especies marinas, como los artrópodos y corales, lo que podría llevarlos a su extinción.
En los últimos años se han realizado esfuerzos en sensibilizar sobre las consecuencias de las emisiones de gases de efecto invernadero en los océanos. Al día de hoy sabemos el grave daño que el dióxido de carbono provoca a los océanos, no sólo es la acidificación, se reconoce que la temperatura en los océanos a nivel mundial está siendo afectada considerablemente. Aproximadamente un 93% del posible calentamiento atmosférico, causado por las emisiones desde mediados del siglo XX ha sido absorbido por el océano, creando el fenómeno del calentamiento oceánico.
Este calentamiento oceánico podría desencadenar una serie de efectos devastadores para la vida en el Planeta, pues el agua caliente contiene menos oxígeno, al mismo tiempo, el aumento de la temperatura de la superficie hace que sea más difícil para el oxígeno llegar a zonas profundas del océano. La mayor pérdida de oxígeno ocurre entre los 90 y los 650 metros de profundidad -existen zonas de hasta 11km de profundidad-. El oxígeno suele reponerse cuando el agua de la superficie se mezcla con el agua más profunda pero, al estar el océano más caliente, existe menos posibilidad de una mezcla oceánica vertical.
Diversos estudios indican que los océanos se están quedando sin oxígeno a gran velocidad, se ha demostrado que existen 10 veces más áreas oceánicas con poco o nada de oxígeno, un dato alarmante, ya que la mitad del oxígeno de la Tierra se origina en el océano, a este fenómeno se le conoce como “desoxigenación oceánica”.
Efectos del Cambio Climático
De acuerdo con los últimos reportes, desde la década de los 60, México se ha vuelto más cálido, la temperatura promedio aumentó 0.8°C, se redujo la cantidad de días más frescos y se presentan noches más cálidas. De acuerdo a los modelos de proyección y pensando en escenarios futuros, éstos son los riesgos inminentes a los que nos enfrentaríamos como nación: La disminución de la productividad del campo y la pérdida de la fertilidad de los suelos, empeorando la situación alimentaria.
La mayor parte del país enfrentará largas sequías, siendo grave el abasto de agua potable, mientras en otras regiones aumentarán las precipitaciones, provocando graves inundaciones, sumado a una mala planeación de descargas de agua. Aumento en el nivel del mar, afectando a diversos sectores, como el turístico, comunidades rurales y dañando gravemente al sector agropecuario. Aumento en la intensidad de ciclones y presencia de tornados en el centro y norte del país, provocando graves daños estructurales, sociales y económicos.
El Cambio Climático afectará directamente a las especies y sus poblaciones, a su distribución y al funcionamiento de los ecosistemas. Otro efecto será la pérdida, modificación y fragmentación de los hábitats, así como la introducción y extinción de especies que agravarán los impactos producidos. Los arrecifes coralinos se cuentan entre los ecosistemas más sensibles ante el Cambio Climático, y de perderse se producirían efectos devastadores, ya que estos albergan a una cuarta parte de todas las especies marinas del mundo, benefician a más de 500 millones de personas que viven cerca de la costa brindándoles seguridad alimentaria y sirven como barreras marinas que protegen del oleaje durante tormentas, huracanes o tifones.
Retos políticos y sociales
México reiteró su apoyo absoluto al Acuerdo de París, durante la 25ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas (COP 25) sobre Cambio Climático, donde buscará avanzar en la agenda multilateral y reafirmar su liderazgo regional en su combate, que abarca una serie de compromisos concretos para hacerle frente con voluntad compartida, participativa e incluyente, donde se debe actuar de forma urgente y lograr la meta fijada a final de siglo, que es evitar un calentamiento global superior a 1.5 grados centígrados, a través de la mitigación, adaptación y resiliencia de los ecosistemas, acciones de gran responsabilidad para nuestro presente inmediato y para las futuras generaciones.
Compromiso que parece incongruente ante la construcción de la Refinería de Dos Bocas en Tabasco, la cual, tiene como objetivo incrementar la producción de gasolina y diésel que se fabrica en el país, y así, abatir la importación de estos productos en un 77%, lo lógico sería avanzar en tecnologías verdes y en el uso de combustibles no fósiles que mitiguen los efectos del Cambio Climático.
Como acciones políticas y socialmente responsables, se debe invertir en energías renovables, promover innovaciones tecnológicas y actualizar las políticas públicas, donde se reduzca el uso de combustibles fósiles y se fomente el cambio hacia energías limpias. Transformar los sectores empresariales, con base en la eficiencia y buen uso de la energía.
Erradicar o mitigar la sobreexplotación de recursos naturales y su destrucción, con el fin de asegurar la resiliencia de los ecosistemas al cambio climático. Crear ciudades sostenibles, educando a la población en el manejo de los desechos generados y reciclaje de los mismos. Desarrollar campañas de concientización entre la población, mostrando la gran responsabilidad que tiene cada ciudadano hacia esta problemática global. La suma de todos los esfuerzos hará el cambio, como sociedad debemos trabajar día a día para que este cambio se dé, el verdadero cambio está en nosotros.