Órale Politics! – Futuro Cero, la educación mexicana en tiempos de Covid 19

En este artículo se analizan diferentes perspectivas de las políticas públicas del Estado mexicano en relación a la educación superior en tiempos del Covid 19. La cuestión se abordará desde dos matices: el macro, en este artículo, y el micro, en el artículo de la semana próxima. El planteamiento esencial gira alrededor de la idea de que actualmente, debido a la pandemia y a la incertidumbre que ésta genera, se vive un momento histórico donde el Estado-nación se paraliza en muchos aspectos de su cotidiano devenir. En pleno Covid 19, se ingresa en un punto en el tiempo y en el espacio, en el que el futuro y el presente se fusionan constantemente en el día a día, esto es, el gobierno y la sociedad interactúan en el Futuro Cero. En los países del tercer mundo, como lo es México, las condiciones pre existentes de vulnerabilidad social agrandan y profundizan aún más los efectos perdurables del Futuro Cero.

 

La política, la salud y la economía serán el eje de acción para abordar el matiz macro de la educación en un contexto de Estado-nación en el presente artículo. La visión testimonial de 19 docentes mexicanos sobre lo que se vive y cómo se vive la docencia universitaria durante la actual pandemia será el vehículo para abordar el matiz micro del Futuro Cero, la semana próxima.

 

Actualmente, de acuerdo a las estadísticas del Coronavirus Resource Center de la Universidad Johns Hopkins, México ocupa el cuarto lugar mundial en términos del número total de muertos y el noveno lugar mundial en contagiados por Covid 19. La explicación de cómo fue que llegamos a esta situación es muy compleja, pero se pueden delinear algunas razones concretas que nos pueden dar luz sobre las políticas públicas que el gobierno mexicano ha seguido o no para obtener estos resultados a más de ocho meses del primer fallecimiento oficial por la pandemia.

 

En términos de políticas públicas de salud y de educación, México arrastra una situación de alta vulnerabilidad social. Después de 36 años (1982-2018) de aplicar a ultranza un falso neoliberalismo a la economía nacional, ambos sectores quedaron profunda y visiblemente afectados desde sus raíces. Después de 36 años de ejercer un capitalismo voraz e irresponsable, que llevó al país a institucionalizar estructuras gubernamentales de corrupción e impunidad, los sectores públicos de salud y educación (educación primaria y media superior, principalmente) trascendieron por su mínima funcionalidad. Como era de esperarse, la llegada de la pandemia empeoró las cosas. Actualmente, el gobierno mexicano no cuenta con una estructura funcional y eficiente para enfrentar exitosamente al problema en el sector salud. El nivel de vulnerabilidad de la sociedad se ha disparado. Como en cualquier país del tercer mundo, la opción es terrible: ¿sacrificar la salud por la economía familiar, o viceversa?

 

En términos de política de salud pública ante la pandemia, el actual gobierno mexicano ha cometido dos grandes errores: 1) No hacer obligatorio el uso de la mascarilla y 2) no hacer pruebas masivas para detectar y dar seguimiento a los contagiados de Covid 19. El segundo punto, el de las pruebas, trae como consecuencia directa que los números ofrecidos por el gobierno mexicano sean poco confiables. Si no contamos con una estimación fiable sobre el número de contagiados… ¿cómo sabremos en qué parte del territorio nacional está creciendo el problema y cómo podremos contrarrestar sus respectivas oleadas de muerte? Las pruebas generalmente se aplican en los centros de salud para reconfirmar el contagio una vez que los síntomas ya fueron confirmados. En relación al primer punto, el uso obligatorio de las mascarillas, las señales que da el gobierno son confusas, en el mejor de los casos. Las autoridades sanitarias dicen que es conveniente usarlas, pero el presidente de la República dice que las usará en cuanto se acabe la corrupción en México. Es común ver actos oficiales donde todos usan la mascarilla, menos el presidente. Todo se deja en manos de los gobiernos estatales, mismos que, a veces, lo dejan en manos de las autoridades locales, esto es, no hay una política uniforme al respecto.

 

En términos de educación, su relación con el sector salud sobresale notoriamente en tiempos de pandemia. ¿Cómo se espera que el mexicano promedio entienda la importancia de respetar las medidas de confinamiento y de distanciamiento social, de uso de mascarilla en los lugares de trabajo y en el transporte público o las medidas básicas de higiene… cuando el 80% de los egresados de la secundarias públicas que saben leer, no entienden lo que leen? De igual manera, la educación promedio de los líderes del país (gobernadores, presidentes municipales, senadores, diputados, la alta burocracia, militares, autoridades policiacas, jueces, etc.) deja bastante que desear.

 

En el terreno económico, las cosas no son tan complicadas. Las arcas gubernamentales se están quedando vacías. Ante esto, el gobierno no se endeuda, no aumenta impuestos (de vez en cuando crea nuevos), gasta lo menos posible y parece que su fórmula mágica para sacar las cosas adelante está guardada en algún feliz rincón de la austeridad republicana de la Cuarta Transformación. Se estima que el Producto Interno Bruto caerá alrededor del 10% en el 2020 y la recaudación fiscal se desacelera constantemente. Cualquier indicador importante de la economía mexicana caerá en un rango de 8-16% en el 2020. La llegada de la segunda ola de contagios puede empeorar las cosas, sin duda alguna.

 

Se ha prometido que el acceso a la vacuna del Covid 19 será de carácter general y gratuito en México. Es en este marco que el sector educativo a nivel superior también se ha visto afectado en la desesperada búsqueda de recursos financieros por la Cuarta Transformación. Ésta ha recurrido a la eliminación de fideicomisos gubernamentales de todo tipo (con excepción de los manejados por las fuerzas armadas), acusándolos de corruptos, sin prueba alguna de por medio.

 

La política afecta a la economía, la educación y la salud pública en una pandemia, indudablemente. La mejor manera de exponer esta premisa es considerar los resultados de una comparación que hice, entre dos grupos de países, a mediados de septiembre 2020. Los que han presentado malos y buenos resultados en la forma como han enfrentado la pandemia, en términos de fallecimientos totales. El primer grupo, el de los más afectados, lo conforman los siguientes países: Estados Unidos, Brasil, India, México, Gran Bretaña e Italia.  El segundo grupo, los menos afectados (grupo seleccionado), lo forman: Nueva Zelanda, Singapur, Eslovaquia, Hong Kong, Noruega, Grecia y Finlandia.

 

El primer grupo, los más afectados por la pandemia:

  1. Los países del tercer mundo (India, Brasil y México) no cuentan con el presupuesto ni la infraestructura de salud para sacar adelante el problema, al menos en el corto plazo. 2. Las sociedades y los gobiernos del grupo de los seis, en mayor o menor medida y de una u otra forma, tienden a politizar el combate al COVID 19. 3. Las sociedades de este grupo tienden a estar divididas y a no coordinarse con sus gobiernos de manera mayoritaria en el combate al COVID 19. Los grupos de gente que no usan cubre bocas en estos países son relativamente extensos.  4. La clase política de estos países se encuentra dividida en relación a cuáles son las políticas públicas más eficientes para combatir la pandemia. El liderazgo político de estos países es considerado débil, al menos para la proporción del desastre que enfrentan en su territorio.  5. Los gobiernos del grupo de los más afectados son democracias de carácter populista, de izquierda, de derecha o de orientación religiosa. Unos más que otros.

 

El segundo grupo, los menos afectados por la pandemia:

  1. Con excepción de Hong Kong y Singapur, el resto de los países son democracias consolidadas, con libertad de expresión, organización y prensa, además de tener gobiernos de centro-derecha o centro-izquierda, relativamente moderados. Unos más que otros, pero todos los países tienden a no politizar el combate contra el COVID 19. 2. Todos los países cuentan con presupuesto o mecanismos blandos de financiamiento internos o externos para enfrentar la pandemia, al menos lo han mostrado en los hechos durante los primeros seis meses. 3. La mayor parte de las sociedades de los países de este grupo actúan en concordancia con sus respectivos gobiernos para enfrentar juntos la crisis económica y de salud generada por el COVID 19. 4. La mayor parte de los países prestan especial atención y presupuesto para la realización de pruebas para detectar contagios y también para dar seguimiento a los contagios de manera posterior. 5. Los países atendieron los aspectos de salud y económicos de la pandemia de manera más o menos simultánea.

 

Los lectores interesados en acceder al artículo completo que publiqué en www.academia.edu, pueden dar click en el siguiente enlace: https://www.academia.edu/44389527/Futuro_Cero_La_convergencia_tempore_ac_spatio_de_las_pol%C3%ADticas_p%C3%BAblicas_educativas_mexicanas_y_la_docencia_universitaria_en_tiempos_de_Covid_19

 

 

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