Con un tributo bastante emocional a la vista de los más atentos, con una boca gigantesca, múltiples dientes puntiagudos y cicatrices en las comisuras de los labios es cómo Anne Hathaway ha accedido al reto de recrear a una Gran Bruja.
Esta película de terror nos desplaza a Alabama en los años 60 cuando un niño de ocho años se ve obligado a vivir con su abuela en el pueblo de Demopolis tras perder a sus padres en un accidente de tráfico.
La implicación total del reparto para esta película fue espectacular pero esta nueva versión de “Las brujas”, carece de ese toque mágico que caracteriza al libro de Dahl y hay muchos elementos que se sienten impostados y artificiales.
Siendo concretos, este estelar lo tiene complicado con el público actual: puede que sea demasiado turbia para los niños y que aporte poco a los adultos. Sabrán apreciarla mejor los fans incondicionales del director o los productores y quienes sientan nostalgia por la película de los 90s y tengan ganas de ver un ‘remake’ algo más transgresora.