Ante la pasada cancelación del festival de Cannes, los organizadores ya reflexionan sobre un nuevo marco sanitario para que la edición 2021 sea la del reencuentro, independientemente del Covid-19.
“¡Cannes 2021 se llevará a cabo!”, dijeron al unísono Thierry Frémaux, delegado general del festival de Cannes y Pierre Lescure, su presidente, el martes por la noche en la apertura de la edición simbólica 2020, que se celebra hasta el jueves.
“Hay como un sabor de Cannes 2021 esta noche”, declaró Frémaux, manifestando su “emoción” de estar en escena después del trauma que representó la anulación del festival en primavera (boreal).
“Nos dijimos que no podíamos no venir a Cannes este año. Queríamos venir a mostrar cine, mostrar películas, artistas”, añadió al lanzar este acontecimiento, que presenta cuatro películas de las 56 de la “selección oficial”.
Además de representar la celebración del cine en estos tiempos difíciles para el sector, este festival simbólico es también una manera de sentar las bases para la edición 2021.
Toma de temperatura del público antes de la entrada en el palacio de festivales, puesta a disposición de gel hidroalcohólico, distancia física en las colas, uso de mascarillas… “se han tomado todas las condiciones sanitarias necesarias”, insistió Pierre Lescure.
Como señal de adaptabilidad y flexibilidad, las sesiones de proyección incluso se adelantaron una hora para que el público pueda regresar antes del toque de queda.
“Esta noche es una demostración que se puede y, sobre todo, que se deben celebrar acontecimientos en perfectas condiciones sanitarias”, lanzó el alcalde de Cannes, David Lisnard, pidiendo que se declare el “estado de emergencia cultural”.
“La cultura es fuente de vida y hace vivir a miles de personas. No se pueden anular más acontecimientos”, añadió, bajo los aplausos de los espectadores.
Si bien todavía no se conocen las modalidades concretas de la edición 2021, ésta tendrá una importancia capital.
El festival de Cannes no es sólo un acontecimiento glamoroso donde convergen estrellas internacionales, es, sobre todo, un gigantesco escaparate para las películas, una enorme máquina económica y cultural donde convergen cada año 40 mil profesionales y cerca de 200 mil espectadores.