• La Codhem llevó a cabo el coloquio “Sujetos invisibilizados. Desafíos en la protección de los derechos humanos de la diversidad sexual”.
• Necesario visibilizar la violencia y la discriminación que enfrenta la población LGBTI+ e intensificar la capacitación en Derechos Humanos a personal penitenciario.
Toluca, Estado de México, 15 de octubre de 2020.- Visibilizar la violencia y discriminación de personas privadas de libertad (PPL) que pertenecen a la población LGBTI+; capacitar al personal del sistema penitenciario sobre derechos humanos; respetar a la comunidad Muxe y sensibilizar a la sociedad sobre los derechos de las personas migrantes, fueron algunos retos planteados en el Coloquio “Sujetos invisibilizados. Desafíos en la protección de los derechos humanos de la diversidad sexual”.
Organizado por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), que preside el doctor Jorge Olvera García, el coloquio integró la participación del especialista en género, violencia y políticas públicas, Allan Alberto Méndez Sánchez, quien hizo notar que hay violencia de jure y de facto, es decir, en la ley y en la práctica, y que, en México, se habla de género como sinónimo de mujer, dejando de lado a la comunidad transexual y el abanico de la diversidad sexual.
Los estereotipos, dijo, generan estigmatización y en los centros penitenciarios las PPL sufren triple discriminación por estar fuera de “lo normal”, de la heteronormatividad y por haber delinquido; asimismo, el sistema penitenciario solo divide a hombres y mujeres ratificando el binarismo sexogenérico, incluso muchas veces niegan sus preferencias sexuales por miedo a la violencia física y sexual que sufren en los penales.
Méndez Sánchez propuso un Protocolo de actuación para tutelar los derechos humanos y atender actos de violencia por identidad o expresión de género y/o preferencias sexuales de las personas privadas de libertad en el Estado de México.
Dicho protocolo debe contener la atención integral a víctimas de violencia al interior de los centros penitenciario; capacitación y sensibilización del personal carcelario y de las PPL; procedimientos eficientes y eficaces de denuncia, al tiempo que se reestructura la metodología para clasificar a las personas, sin llegar a establecer un pabellón específico para la diversidad sexual porque generaría mayor violencia.
Por su parte, la bailarina y activista por los derechos de la comunidad Muxe, Karla Rey, habló de sus vivencias y los retos que han enfrentado, pues si bien ya son aceptadas (varones que asumen roles femeninos), no es lo mismo para que tengan pareja e hijos; por tanto, la promoción cultural que hace es para visibilizarlas, fomentar el respeto que merecen e inculcar entre las nuevas generaciones vivir del arte y ser diferentes en la sociedad heterogénea, ya que pertenecen a una comunidad vulnerable por ser muxes e indígenas.
Consideró que falta sensibilización de la sociedad, pues se habla mucho de tolerancia e inclusión pero no se sabe cómo aplicarlo, y recordó que derivado del terremoto de 2017, como el gobierno solo dio apoyo a las familias y a ellas las discriminaban, creó el proyecto Verbena Muxe, con un programa cultural para acercar y difundir su vestimenta, idioma originario, usos y costumbres, ya que México es un país malinchista que no valora a los indígenas ni a esta comunidad.
Refirió también que la pandemia por el COVID-19 fue un parteaguas para las muxes pues tuvieron que hacerse cargo de la familia, desde la limpieza del hogar hasta el cuidado de sus familiares y la obtención de ingresos, como fue su caso, y siguen padeciendo la visión estereotipada acerca de su sexualidad sin respetar sus derechos y dignidad.