En los últimos veinte años el presupuesto más alto alcanzado por Conacyt, para apoyo a la ciencia, la investigación y la formación ocurre en los primeros cuatro años del gobierno del presidente Peña Nieto.
El crecimiento de 2012 a 2013 es del 24 % cuando se pasa de 25,463 millones de pesos a 31,571 millones de pesos. En 2014 vuelve a crecer en 20.4 % al incrementarse en 38,007 millones de pesos.
En 2015 continúa el crecimiento en 1.6 % y llega a su máximo histórico con 38,694 millones de pesos. En 2016 se reduce en 2.8 % cuando alcanza los 37,505 millones de pesos.
La caída de 2016 es de 19.3 % cuando el presupuesto es de 30,283 millones de pesos y en 2018 se reduce en 3.4 % y llega a los 29,239 millones de pesos.
El candidato López Obrador promete el incremento del presupuesto a la ciencia y la investigación, lo que despierta expectativa y simpatía en la comunidad científica. En las elecciones una gran mayoría de esa comunidad votan por él.
La sorpresa y malestar de la misma se empieza a sentir cuando en el presupuesto 2019 en lugar de crecer, como era la promesa, se reduce en 10.9 % con 26,550 millones de pesos, pero en 2020 vuelve a decrecer en 6.2 % para alcanzar los 24,448 millones de pesos.
Este presupuesto es el más bajo en los últimos diez años. Y la ciencia y la investigación reciben un nuevo golpe cuando en abril del presente año el gobierno anuncia que se reduce en 75 %, en aras de la austeridad, el gasto operativo de las 26 instituciones académicas que forman parte del sistema Conacyt.
La comunidad científica ahora no solo está sorprendida sino también decepcionada y reacciona afirmando que la reducción del presupuesto destinado a la ciencia atenta contra esta actividad e implica un retroceso histórico.
Señalan, entre otras cosas, que se destruye el avance de los últimos años y pone en evidencia que ahora México navega sin rumbo en materia de ciencia, tecnología e innovación.
Las mujeres y los hombres de ciencia ven como una agresión del gobierno la reducción del presupuesto y señalan que la operación de los centros del sistema Conacyt se hace imposible.
El recorte a la ciencia dice un investigador, es “un tiro de gracia” a esta actividad por parte del actual gobierno. El presidente en el mundo alternativo en el que vive responde a la comunidad científica con una más de las mentiras que lo caracterizan: “nunca los científicos habían tenido tantos recursos como ahora”.
Twitter: @RubenAguilar