Ya lo tienen, incluso fue traído desde España en avión especial a México, pero antes de emprender el vuelo de regreso a su país “negoció” con la “incorruptible” Transformación de 4ª (léase Andrés Manuel) el vasallo Alejandro Gertz Manero, Fiscal General de la República, privilegios, protección, no confiscación de los bienes, muebles, inmuebles, dinero, menajes de él y su parentela… pero sobre todo no pisar la cárcel, sino arraigo domiciliario (con grillete electrónico para que no escape) desde donde contempla su riqueza, su corrupción y colusión con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien cedió a todo.
Me refiero al corrupto, inmoral, desvergonzado, malandro, traidor, mal amigo, judas, fementido, tránsfuga Emilio Lozoya Austin, ex Director General de Pemex, en el sexenio del “burro” priista Enrique Peña Nieto, quien ante la posibilidad de perder sus riquezas mal habidas, prefirió delatar a sus compinches (Peña, Videgaray, Osorio, Anaya, etc.) y vender su dignidad, moral, ética, hombría, lealtad.
No tenía escapatoria, la propia empresa, origen de los sobornos: Odebrecht, denunció al perverso Lozoya, quien no soportó perder sus bienes producto de la inmoralidad, dando puñalada trapera a quien lo encumbró, lo “puso en donde hay” repartir millones de pesos para “ganar” la presidencia de la república del sexenio 2012/2018. Jugaron al “olvido”, al “no pasa nada”, “tú no te preocupes, Emilio” ¿recuerdan la frase? Apostó, ganó, pero su mísera figura y familia están exhibidas, enlodadas, sumidas en el estiércol de la política y simulación de la T4a, de hacer “justicia cacha votos”… López Obrador interpretó su justicia, su anticorrupción con la única intención de ganar simpatías y votos para la elección intermedia en julio de 2021.
Es del dominio público, claro, menos de los chairos, amlovers, botts, pejesombies, pagados y advenedizos, que esto es una cortina de humo, un distractor para desviar la atención, primero a la lamentable situación de quiebra del país y para chantajear al colectivo, de que el sexenio de la corrupción, del mexiquense Peña Nieto, está en la mira… sólo eso, una simulación, pues “el copetes”, Luis Videgaray, Osorio Chong, Anaya, etc. nunca, jamás, pisarán o dormirán en la cárcel, a pesar de las pruebas, testimonios, denuncias y realidades. Este teatro es eminentemente político/electoral, pues el Peje no quiere perder la mayoría en la Cámara de Diputados y ganar la mayor cantidad de gubernaturas y congresos locales, pues ahí está la fortaleza de sus locuras.
Y miren, una voz autorizada, solvente, creíble como la del ex Procurador General de la República, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, Ignacio Morales Lechuga, coincide con esta apreciación. Retomo un mensaje en Redes Sociales del también Notario Público en la CDMX, sobre el menjurje Lozoya/T4a, cito textual “por qué razón ponen a declarar (ojo con la expresión) esto en público y en este momento. Primero, para que Lozoya presente la Denuncia porque la acusación es de Lozoya, y la Denuncia es de Lozoya; le dan el criterio de oportunidad y lo más probable es que la FGR y el Juez decreten que esos “delitos electorales” están prescritos.
Pero así, López, Fiscalía, Gertz, “cumplieron” con el criterio de oportunidad y Lozoya seguirá libre. El propósito se cumplió, pues al final de cuentas éste propósito pareciera ser un circo mediático y el escándalo con vistas a 2021. Está claro que cada vez que arrancan estos procesos, estas campañas de desprestigio contra el pasado, el presidente sube puntos
Andrés Manuel López Obrador lo está haciendo, el problema es que la población se da cuenta del juego (perverso) al que lo están llevando con miras al 2021” concluyó Morales.
Tan sucio está el proceso, que el propio Fiscal de la República emite opiniones que llevan a confirmar que la justicia en México tiene precio político, económico, electoral, revanchista. En similar situación legal se encuentra quien en el peñato estuvo al frente de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles Berlanga, quien cumple un año en prisión por el caso de la Estafa Maestra, a quien Peña Nieto dijo cuándo iniciaban las investigaciones del fraude “no te preocupes, Rosario”… no se preocupó y lleva encerrada un año.
Se le preguntó a Gertz sobre el particular y respondió que ¡no es lo mismo¡ ¿cómo no, Fiscal? Si ambos defraudaron, robaron, simularon y los pescaron. Jurídicamente esto es deleito federal por la comisión del acto. Pero el funcionario público argumentó torpemente, “lo que robó (delito) Lozoya es menor a lo que cometió Robles”… ¿a caray, señor Fiscal, qué la Justicia tiene tarifas, castiga más a quien robó más, aunque en ambos casos el daño es al patrimonio nacional?
Luego dijo que el corrupto ex titular de Pemex se presentó (lo presionaron para “cantar”) a Denunciar, dar nombres, cifras, etc. en tanto Robles Berlanga se mantiene muda, no menciona nombres, cifras, etc. Mientras ella purga pena en celda, el traidor Lozoya, goza de vergonzosos privilegios y nunca, jamás vestirá traje beige, porque así “negoció” con la T4a y la Fiscalía General de la República.
El caso Odebrecht, que para algunos prescribió… y no fue juzgado (a propósito) tiene otras aristas. Si en esto se apoya López Obrador, Morena y sus alfiles en el Senado y en San Lázaro, se les puede revertir, pues la T4a se ufana de las acusaciones contra Peña, Videgaray e implicados, se pueden caer a pedazos, porque sería una estrategia “engañabobos” pues nada les pasará a los denunciados y todo el circo mediático del Gobierno de México habría sido un petardo, una pifia gubernamental.
Esto, por supuesto lo sabe El Peje, pero no actuó antes porque esperaba la cercanía del proceso electoral 2021, sin embargo no calculó la llegada del Coronavirus y su desastrosa actuación a destiempo, que suma más de 45 mil fallecidos, rompió el esquema de un inicio terso de Morena para mantener la hegemonía política en el país.
Lo de aplicar cero acoso real a Peña y su apéndice Luis Videgaray estaba pactado desde aquellas ultra secretas reuniones en Palacio Nacional, entre Peña y López, cuando éste detentaba la presidencia electa, en donde pusieron las “cartas sobre la mesa” con la promesa, tú me ayudas, yo te protejo… El mexiquense sacrificó a Rosario Robles, pero nunca imaginó que un judas apareciera en escena. Por sus excesos de corrupción e insaciable avaricia por el dinero, Lozoya fue detenido y no le quedó de otra a Peña que tragar saliva y no interceder por él.
Aquí fue más astuto el tabasqueño y metió a su manga un As, lo sacó en un momento en el que el país se le deshace en las manos, la pandemia lo golpea ferozmente, pero sabe –porque dio su palabra a Enrique Peña, de no ser detenido- dejó pasar el tiempo malévolamente para que la prescripción del delito electoral se diera.
Lozoya, con muuucho dinero (que igual le fascina al señor López) dentro de sus condiciones para hablar, está obtener arraigo domiciliario (por eso lo hospitalizaron en vez de llevarlo al Reclusorio Norte), firmar cada quince días de manera virtual el libro de procesados, exculpar a su madre y hermana de los cargos que les imputan, ver pasar sin pena ni gloria los detalles de su potencial sentencia, cómodamente sentado en el sofá favorito.
Ante las imputaciones de Emilio Lozoya, su ex jefe, que le dio poder y manos libres para negociar con Odebrecht, respondió desde España, en donde pasa la dolche vita, con dinero sucio, reviró a su acusador y destinatario López Obrador -que debería ser a la Fiscalía-: “nunca supe que Emilio negociaba con Odebrecht, lo hizo a título personal… ¡siií, tú!
Nunca recibí de esa constructora dinero para mi campaña en 2012, no necesitaba dinero extranjero… Ajá. Tenía lo necesario por el apoyo de empresarios mexicanos y la veintena de gobernadores (dinero público) del PRI que estaban en funciones”… Nunca lo comprobó, tampoco los mandatarios justificaron esa fuga del erario estatal.
Remata su respuesta, refutando a su ex colaborador “Lozoya se va a enredar en sus propias mentiras”… Pero si es necesario y la Fiscalía General de la República requiere mi presencia en México con carácter de cita para declarar, viajaré y me presentaré a declarar”.
Reacción infantil. Desde luego el mexiquense sabía todo, recibió dinero, usufrutuó los recursos, “ganó” la elección de manera sucia. Pero como sabe –de acuerdo al Pacto de Palacio Nacional- que no será detenido y menos pisará una celda, el de Atlacomulco, ex líder del Grupo de los “Golden Boys” y creador de la frase “no te preocupes, Rosario” librará vilmente la Denuncia, mientras su sacrificada, cumple un año en la cárcel.
Como comparativo. En la misiva indirecta a Alejandro Gertz Manero, la Robles, acusa “sigo privada de mi libertad injustamente. La venganza de unos (López Obrador), la cobardía y el silencio cómplice de otros (Peña Nieto), una procuración de justicia selectiva me tienen aquí”.
Ésta mujer no es una hermana de la caridad y está ahí porque si consumó la Estafa Maestra, que no se de baños de pureza… pero ese no es el tema, sino una comparación. Sigo con el mensaje Robles “se me acusa de una omisión (mentira de fraude) que no de corrupción (robar dinero público de programas sociales, ¡claro que es corrupción, Rosario!) que no merece prisión. Se han violado mis derechos al debido proceso y a la presunción de inocencia. Se me juzga por quien soy (una corrupta) y no por lo que supuestamente hice”.
Parte de la carta. Lo que queda asentado, señor Gertz, es que la justicia se mide de acuerdo a intereses políticos. Mientras una perredista/priista por delito similar lleva un año en prisión, otro priista, venido a menos, coludido con la T4a, goza de perversos privilegios políticos, esperando su proceso en la comodidad de su hogar, la otra padece lo mismo en una fría celda del reclusorio de Santa Martha Acatitla… Esa es equidad en la impartición de justicia a interpretación de la Transformación de 4ª.
No defiendo, ni me interesa la situación de la Robles, pero sí evidencio la perversión de un gobierno, como lo dijo alguna vez López Obrador, “quien no está conmigo está contra mí”, por lo visto Emilio Lozoya Austin optó por “estar conmigo”, traicionando a su ex jefe Enrique Peña Nieto.
Cree El Peje que esta situación le dará muchos votos en julio de 2021, por eso “negoció la justicia”, aunque al actor principal del talk show Enrique Peña Nieto le harán “lo que el viento a Juárez”, ¿verdad, Andrés?
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Latitud Megalópolis (LM)
Correro: [email protected]
Twitter: @luis_repper
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