La mayoría de los miembros consideró que la política monetaria debe seguir incorporando toda la información disponible, incorporando los riesgos a la vista. Uno de ellos dijo que esto permitirá aprovechar lo mejor posible “cierto espacio para seguir relajando”.
A pesar que el riesgo soberano se ajustó a la baja y el mercado bursátil mostró una mejora al corte del 25 de junio, “continuaron las salidas de capital aunque a un menor ritmo con respecto al observado hace unas semanas”, consignaron las minutas del Banco de México (Banxico).
Algunos (miembros de la Junta de Gobierno) puntualizaron que los datos acumulados indican salidas superiores a 13,000 millones de dólares en renta fija”.
Uno de ellos destacó que “el total de valores gubernamentales en poder de no residentes actualmente asciende a alrededor de 90,000 millones de dólares”.
De acuerdo con la relatoria de la reunión de junio, otro miembro del cuerpo colegiado añadió que “los datos acumulados en el año muestran un flujo nulo en el caso de instrumentos de renta variable”.
Ahí mismo señalaron que “algunos (miembros) advirtieron que las condiciones de operación siguen deterioradas en el mercado cambiario y en los de renta fija”.
En la reunión donde decidieron aplicar un tercer recorte consecutivo de medio punto en la tasa, para dejarla en 5%, “uno sostuvo que el peso mexicano continúa ubicándose entre las divisas de economías emergentes con mayor depreciación anual”.
Además, destacó que “el saldo de la posición cambiaria neta siguió ampliándose en terreno negativo”.
La mayoría de los miembros consideró que la política monetaria debe seguir incorporando toda la información disponible, incorporando los riesgos a la vista. Uno de ellos dijo que esto permitirá aprovechar lo mejor posible “cierto espacio para seguir relajando”.
Añadió que es indispensable asumir riesgos que pueden materializarse como la volatilidad por causas internas o externas, la persistencia de la inflación subyacente en niveles altos pese a mayores niveles de holgura; y “la vulnerable situación financiera de Pemex en un contexto en que no se descarta la pérdida del grado de inversión de la calificación soberana”.
La mayoría mostró preocupación por la situación de Petróleos Mexicano (Pemex), y uno en particular advirtió que “el faltante de ingresos públicos podría ampliarse ante necesidades adicionales de capitalización para esta empresa como consecuencia de sus problemas financieros, de la pronunciada caída de sus ventas y de la continuación de proyectos no rentables en los que la carga financiera y el riesgo se concentran en el gobierno federal”.
Otro más destacó que se ha acentuado la necesidad de diseñar una solución de largo plazo a los problemas de Pemex y agregó que en ausencia de medidas concretas en esa dirección así como para fortalecer de manera general los ingresos públicos, “no será conveniente buscar un mayor apoyo de la política fiscal”.
Y argumentó “la anticipada merma de los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) y el consecuente incremento de la vulnerabilidad de finanzas públicas”.
FMI toma foto de salidas
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha venido actualizando las salidas de capital de los mercados emergentes conforme avanza la incertidumbre mundial a partir de la irrupción de la pandemia de Covid-19.
En el Rastreador de políticas de respuesta al Covid-19, que desarrolló el FMI para 191 países y que actualiza diariamente, estiman que entre el 20 de febrero y el 24 de junio, inversionistas extranjeros deshicieron posiciones en México por 14,600 millones de dólares que equivalen a 1.4 puntos del PIB de 2019.
Esta proporción ha aumentado desde marzo, cuando las salidas acumuladas desde que inició la pandemia en México fueron equivalentes a 0.4% del Producto.
Y claramente superan la reportada por el Fondo el 21 de mayo, cuando la salida acumulada de capitales no residentes sumó 12,500 millones de dólares, que equivalen a 1.2 puntos del PIB.