Morricone (Roma, 1928) murió durante la noche en la clínica Campus Biomedico de la capital, donde se encontraba después de que hace unos días sufriera una fractura de fémur por una caída.
El laureado maestro, célebre por sus composiciones para películas como la “Trilogía del Dólar” de Sergio Leone, había sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2020 junto a otro de los grandes compositores, el estadounidense John Williams.
Uno de sus cuatro hijos, Marco Morricone, explicó que el funeral será “estrictamente privado”.
En un comunicado difundido a los medios la familia asegura que se pretende respetar “el sentimiento de humildad que siempre ha inspirado los actos de su existencia”.
El músico “ha conservado hasta el último momento una plena lucidez y gran dignidad” y se ha podido despedir de su esposa, Maria, que le ha acompañado en todo momento.
Morricone firmó algunas de las bandas sonoras más memorables de la historia del cine.
Inolvidables son sus temas para el padre del “Spaghetti western”, Sergio Leone, en aquella “Trilogía del Dólar” protagonizada por Clint Eastwood: “Per un pugno di dollari” (1964), “Per qualche dollaro in più” (1965) e “Il buono, il brutto, il cattivo” (1966).
Entre sus cientos de creaciones destacan la que hizo para “Nuovo Cinema Paradiso” (1988) de su amigo Giuseppe Tornatore, “The mission” (1986) o “Novecento” (1976), de Bernardo Bertolucci.
En 2006 Morricone coronó su portentosa carrera con el Óscar honorífico.
Y una década después, en 2016, lo ganó por la banda sonora que creó para el western “The Hateful Eight” (2015) de Quentin Tarantino, una composición que le valdría otros reconocimientos como un Globo de Oro o el Bafta de la Academia Británica.