Al menos 8 mil 228 negocios iniciaron la reapertura al 30%, en el primer día de la ciudad en semáforo naranja
Necesitamos levantarnos y salir adelante. Lo que hay ahí afuera es mucho por hacer. El virus sigue ahí, pero no miles de empresas que no lograron sobrevivir, cientos de miles de empleos perdidos, y todo eso hay que recuperarlo. Vivir tiene sus riesgos. La naturaleza humana no es morir por contagio, hambre o depresión, sino avanzar con sentido común, pensamiento crítico y carácter.
Estamos iniciando la reapertura. Fase naranja. Hay que dominar el miedo y enfrentar la confusión y la desinformación. No queda claro cómo es que hay muchos más contagios ahora, pero también un porcentaje mayor de camas de hospital disponibles, pero hagamos de esa circunstancia una oportunidad y seamos responsables. Hay que reconstituir nuestro maltrecho sistema de salud. Su terrible infraestructura no fue causada por la administración actual, sino por décadas de desatención y corrupción.
La pandemia anterior con alcances similares fue la gripe española de 1918. Mató a unas 50 millones de personas en sólo 18 meses porque la Primera Guerra Mundial no permitió tomar las medidas sanitarias. La vacuna tardó más de dos décadas. En ciudades como Nueva York optaron por el encierro, y luego por abrir negocios y oficinas en horarios escalonados para evitar aglomeraciones. Las precauciones y la mutación genética del virus pusieron fin a aquella pandemia.
Hoy tenemos que avanzar y recuperarnos lo más rápido posible. Una caída de 6 por ciento del PIB implica condenar a 10 millones de mexicanos más a la pobreza y los pronósticos coinciden en que será mayor. En marzo, abril y mayo se perdieron 1 millón 366 empleos formales y otros tantos informales. Falta ver cuántos puestos de trabajo desaparecieron también en el ya finalizado junio.
A las 4 millones 800 mil empresas dedicadas al comercio de productos o los servicios, cada día de encierro desde el 17 de marzo les ha costado 8 mil 400 millones de pesos que no han obtenido en ingresos. El cálculo de la Concanaco es que 800 mil de esos negocios, en su gran mayoría micro, pequeños y medianos, ya no logren reabrir o algunos lo hagan de manera informal, dado que no tuvieron la liquidez para cumplir con sus obligaciones fiscales e incluso patronales.
Se necesita un liderazgo más claro hacia la recuperación y vigorizar los apoyos públicos. Un crédito que no alcance para reabrir un negocio, por mucho que tenga una tasa baja y facilidades se convertirá en una deuda impagable. ¿Qué va a pasar si se cae la recaudación de impuestos porque la economía se quede paralizada? Urge activar los ciclos económicos. Sin inversión no hay retorno.
También hay que echar a andar las cadenas productivas y de suministro con una lógica integral. ¿Cómo es posible fabricar un vehículo si se mantiene un piso de venta cerrado? Con las medidas de seguridad y sana distancia es posible
El cambio es lo único permanente, el camino nunca es fácil y el riesgo es parte de la evolución. Todos tenemos que salir adelante haciendo lo que nos corresponde, desde el gobierno, la empresa, el trabajo y la familia. Llegó la hora.
ADRIANA DELGADO
@AdriDelgadoRuiz
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