- El estudio sobre el uso de cubrebocas permite sustentar científicamente las medidas que ha implementado el Gobierno de la Ciudad de México
- En este documento se afirma que, el uso de cubrebocas redujo el número de infecciones por más de 78 mil casos en Italia y por más de 66 mil casos en la ciudad de Nueva York
En concordancia con la recomendación sobre el uso de cubrebocas en la Ciudad de México, el premio Nobel de Química 1995, Mario Molina, publicó el estudio “Identificando la transmisión atmosférica como la ruta dominante para la propagación del COVID-19” donde sustenta y concluye con evidencia científica que: el uso de los cubrebocas en público corresponde a la medida más efectiva para prevenir la transmisión de la enfermedad.
En conferencia de prensa, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, destacó que el estudio sobre el uso de cubrebocas permite sustentar científicamente las medidas que ha implementado el Gobierno capitalino para proteger la salud de la población que debe salir de sus domicilios por sus actividades, y evitar contagiar y contagiarse de Coronavirus (COVID-19).
“La invitación al doctor Mario Molina y otros artículos científicos, son para darle sustento a esto que estamos solicitando en la Ciudad de México del uso del cubrebocas siempre que uno sale a las calles. Hay otros artículos que están en este sentido y es una manera de contribuir al debate, no se trata desde nuestra parte de generar más que una información adicional”, dijo.
Sheinbaum Pardo comentó que para hacer más eficiente el uso del cubrebocas es necesario mantener las medidas sanitarias personales como la sana distancia, lavado frecuentemente de manos y/o uso de gel antibacterial.
“Nosotros obviamente estamos recomendando el máximo uso de cubrebocas, la sana distancia, y obviamente, estar lavando las manos antes de ponerse el cubrebocas, después y todo el día para tenerlas limpias, que es fundamental por si uno toca una superficie que pudiera tener alguna pequeña gota contaminada de saliva de alguna otra persona”, apuntó.
La mandataria capitalina dijo que es necesario mantener las tres reglas básicas de la Nueva Normalidad: usar siempre cubrebocas al salir, lavarse las manos y guardar una sana distancia; al menor síntoma de enfermedad respiratoria, quedarse en casa y enviar un mensaje texto SMS con la palabra “covid19” al 51515; y cuidar a las personas más vulnerables o con alguna otra comorbilidad.
La secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación, Rosaura Ruiz Gutiérrez, comentó que se mantienen los estudios del virus que causa COVID-19 relacionados con las temperaturas que resiste y distancia desde la que se puede transmitir, por lo que el cubrebocas permite reducir el contagio.
En tanto, el premio Nobel de Química 1995, José Mario Molina-Pasquel y Henríquez, indicó que en el estudio publicado se explica cómo partículas que no son perceptibles a la vista -similares a las PM2.5 que se usan para medir la contaminación- llamadas aerosoles nacientes de la atomización humana, principalmente al hablar, representan la ruta para la transmisión de la enfermedad.
“La Organización Mundial de la Salud, algo que estaban equivocados, es que decían que la transmisión del virus del COVID-19 nada más se hace por las gotas grandotas, esas sí se ven, cuando tose uno o estornuda uno. Pero lo que no reconocían y apenas lo están reconociendo ahora, es que no solamente son esas gotas gigantescas, sino los aerosoles los que no se ven, los que transmiten el virus”, expresó.
Mario Molina señaló que el uso del cubrebocas contribuye a disminuir los contagios en el transporte público y representa una medida determinante para definir la forma de propagación de la pandemia entre la población. Además, en el estudio se informa que esta medida redujo significativamente el número de infecciones por más de 78 mil casos en Italia -entre el 6 de abril y el 9 de mayo- y por más de 66 mil casos en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos -entre el 17 de abril y el 9 de mayo-.
En el artículo también se concluye que, el implementar políticas sin fundación científica puede tener consecuencias catastróficas, particularmente en vista de los intentos para reabrir la economía en muchos países. Claramente, la integración entre la ciencia y la política es crucial para formular repuestas de emergencia por los políticos y para la preparación por el público para la pandemia actual y para las futuras pandemias.
El estudio “Identificando la transmisión atmosférica como la ruta dominante para la propagación del COVID-19”, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) puede ser consultado en su versión en inglés y su traducción al español en: http://centromariomolina.org/identificando-la-transmision-por-aire-como-la-principal-fuente-de-contagio-para-covid-19/