- 4 millones de trabajadores mexicanos están bajo este esquema
- El modelo garantiza capacitación, integración y formalidad
Ciudad de México, México.- En México atravesamos una crisis profunda en materia laboral. Entre marzo y abril se perdieron 686 mil empleos formales, además de todos los puestos de trabajo que se han perdido en el sector informal. Por este motivo, tenemos que aprovechar la subcontratación responsable y profesional como una estrategia que permita combatir abiertamente el desempleo, generar puestos de trabajo digno y caminar hacia la recuperación económica.
En medio de un panorama tan problemático, la subcontratación legal está vinculada directamente con modelos como la capacitación a distancia, el teletrabajo, el empleo de tiempo parcial y otras prácticas que protegen a los trabajadores y permiten adecuar las actividades laborales al contexto de la crisis. Al mismo tiempo, las empresas de tercerización han coadyuvado muy especialmente a generar empleos emergentes, a protegerlos con el cumplimento cabal de las medidas sanitarias y a gestionar apoyos y donaciones al sector salud.
En general, la subcontratación ha dado prueba de:
- Vocación creadora de empleos, ya que alrededor del 30% del trabajo formal en México, es decir, 8 millones, 488,096 puestos de trabajo están contratados con esta modalidad y de ellos, el 59% son hombre sy el 41% mujeres.
- Respetar todos los derechos laborales y cumplir con las prestaciones que marca la ley para los trabajadores
- Apoyar a los sectores más vulnerables de la sociedad: jóvenes, mujeres, madres
solteras, adultos mayores y personas con capacidades diferentes. Los jóvenes de 15 a 29 años constituyen el 26% del personal empleado de la subcontratación (equivalente a 1.6 millones), 4 de cada 10 personas que laboran bajo este esquema son mujeres (equivalente a 2.6 millones), de las cuales 33% son madres solteras (alrededor de 900 mil). - Ofrecer capacitación continua e intensiva al personal subcontratado. En México, más del 50% de los trabajadores formales no recibirán capacitación en toda su vida laboral. En cambio, en la subcontratación, la gran mayoría de los empleados reciben capacitación.
- Impulsar sectores que ante el COVID-19 han sufrido un duro golpe: los servicios, el comercio y las industrias (especialmente la manufactura y la construcción).
- Fortalecer el salario digno.
- Combatir la informalidad laboral. En los subsectores que recurren
intensivamente a la subcontratación se ha reducido la informalidad del 33% al 22%, con lo cual los trabajadores cuentan con seguridad social y pueden acceder a un retiro, además de pagar impuestos y seguridad social.
Entre 2004 y 2019, la subcontratación creció del 17 al 42%. En el 2014, las entidades con mayor porcentaje de trabajadores tercerizados fueron Quintana Roo (35.9%); Baja California (25.8%) y la Ciudad de México (22.2%). La subcontratación está presente en todos los sectores de la economía, y el 44.5% en empresas con 11 años o más, tienen 3,744 empleados; 24.22% empresas de 6 a 10 años, 18,371 trabajadores; 16.84% empresas de 3 a 5 con 12,775 colaboradores; y 14.44% empresas con 3 años de antigüedad, que tienen en total 10,952 personas contratadas.
Ahora más que nunca es indispensable verificar el cumplimiento de las leyes laborales para impulsar el empleo formal, así como combatir la ilegalidad y las malas prácticas, tanto en el empleo ordinario como en la subcontratación. Por ello, todos los sectores de la sociedad debemos articular esfuerzos para fortalecer y multiplicar la subcontratación responsable, acabando así con la competencia desleal y, sobre todo, con quienes no cumplen con sus obligaciones con los trabajadores.
Especialmente hoy estamos obligados a impulsar la subcontratación laboral para evitar que se sigan perdiendo empleos y para recuperar los puestos de trabajo formales con los que la crisis ha acabado. Tenemos que modernizar la estructura laboral mexicana a favor de todas y todos los trabajadores. Sólo así saldremos adelante.