¿Crisis mundial del modelo neoliberal?
¿Cómo darle la vuelta a la crisis económica provocada por la pandemia del virus SarsCov2?
De acuerdo con el presidente de México es a través de algunas medidas que incluso estableció por decreto presidencial, publicadas en el Diario Oficial de la Federación el día 23 de abril del año 2020.
El encabezado del Decreto, que transcribo, ya que me parece relevante dice:
“De conformidad con los criterios que nos rigen de eficiencia, honestidad, austeridad y justicia, y ante la crisis mundial del modelo neoliberal, que sin duda nos afecta, propongo la aplicación urgente y categórica de las siguientes medidas:”
No despedir a ningún trabajador del Gobierno, además recortará (de manera ilegal hay que señalarlo) un 25% sobre los salarios de los funcionarios con cargo de subdirector para arriba. La pregunta que surge de esta propuesta es ¿Qué tan eficiente puede ser esta medida con relación al impacto del gasto público? ¿Esto pondrá a prueba la lealtad de estos funcionarios al proyecto del presidente del presidente?
Por otro lado, esta medida tiene una carga simbólica muy relevante de cara a que el presidente quiere señalar que ellos, los “nuevos” políticos de la cuarta transformación saben sacrificarse y que están por la labor de arrimar al hombro en pro del país. ¿Esto hace un cambio en nuestro país? Quizá no de fondo, pero sí de forma, quizá el Gobierno de López Obrador sea en el fondo nuevos símbolos que a larga el tan esperado cambio en México.
Otra de las medidas que implementará el gobierno es que no se ejercerá el 75% del presupuesto disponible de las partidas de servicios generales y materiales y suministros, lo cual, aunque me parece que tiene la mejor de las intenciones, lo que puede provocar es que las oficinas de gobierno se puedan llegar a quedar sin papelería, por ejemplo, quizá también pueda ralentizar el desempeño de la burocracia que ya de por sí es poco eficiente. Me parece que le hizo falta decir al presidente para afianzar esta medida, de cuánto dinero estamos hablando y para qué se ocupará o se ejercerá de manera directa, esto nos lleva a la iniciativa de Ley que se encuentra en el Congreso, para facilitarle al presidente, la discrecionalidad del ejercicio del gasto público, otra medida que en estos momentos resultaría ilegal, pero que también pondría en peligro el equilibrio de los poderes públicos y el espíritu republicano de México.
La otra medida que resulta interesante mencionar es que mantendrá sus proyectos prioritarios de los cuales tengo un poco el corazón partido. Por un lado, los programas sociales de entrega de dinero público a los grupos más vulnerables se mantienen, ejemplo de ellos son: becas, ayudas para adultos mayores, tandas del bienestar entre otros. De estos último no tengo, objeción, felicito al presidente por esta iniciativa, que insisto me parecen indispensables en estos momentos donde más lo necesitan. Pero, por otro lado, se aferra a los proyectos faraónicos como la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya que no me parecen prioritarios, al menos no en este contexto de crisis.
Punto a parte del debate ideológico, no sé si efectivamente el modelo neoliberal está en crisis, lo que si tengo claro es que México nunca ha sido neoliberal, al menos no en toda la extensión de la palabra. Por un lado, me seduce la forma de López Obrador para mirar desde otra óptica el sistema económico, pero el otro, me preocupa que al ir en contra de las “reglas” del mercado, no nos alcance con lo que tenemos para salir adelante. Solo el tiempo lo dirá.
Carlos Gonzalo Blanco Rodríguez
Abogado internacionalista y catedrático universitario.
Correo: cgonblanc@aim.com