Hoy hablaremos de abuso en hombres o mujeres adultos en las relaciones sentimentales; recordando que todo viene de una agresividad derivada generalmente de problemas psicopatológicos cuyo origen en la mayoría de los casos, se empieza a manifestar en la infancia.
Para determinar la manifestación de los impulsos agresivos en la escritura y detectar que estamos ante una persona de peligro son fácilmente localizables los siguientes trazos en sus escritos:
Podemos empezar a distinguir si son agresores en la profundidad de sus rasgos lanzados, se ven como puntas de alfiler a los inicios y finales de las palabras, hacia la derecha es sadismo y hacia la izquierda masoquismo; normalmente será una escritura con predominio de ángulos, la escritura será presionada es decir al escribir se puede llegar a romper el papel; deberá ser sinuosa, no habrá uniformidad en tamaño, líneas e inclinación; la escritura tendrá marcados rasgos rígidos éstos son signos impositivos y autoritarios.
Recordemos que en la grafología hay sentido positivo y negativo de acuerdo a la cantidad de trazos; si detectamos entre otros a los que tienen terminaciones de punta o arpón se pueden considerar trazos bruscos e inconscientes, pero si retornan en forma de gancho y se produce en el tramo inicial o final puede ser por una sacudida o descontrol nervioso, así como los excesos de tinta sin embargo, en cualquier lugar donde estén ubicados en el grafismo es un claro síntoma de neurosis, seres inadaptados, tercos, egoístas con un gran afán de posesividad, siempre con el deseo de incorporar tanto al ser amado como a las demás personas y objetos externos a su vida y así empezar a manipular, siendo éste un afán patológico, es muy importante fijarnos bien que si los arpones están en la parte baja de las letras pueden ser agresivos sexuales.
Hay trazos muy importantes sin duda a equivocarme de que estamos tratando con un agresor son los triángulos y ángulos que se asemejan a los dientes de tiburón, en que como se puede ver a simple vista los finales son regresivos, mostrando en su parte más alta puntas, preparándose a ser lanzado cuando se siente en peligro.
Hablando de la firma ésa siempre estará fuertemente protegida por una rúbrica acorazada y envolvente, muchas veces tachada o sin legibilidad.
Si detectas una escritura apretada es alguien que carece de confianza en sí mismo y da muestras de recelo, si además está acompañada de ángulos serán sumamente agresivos. Cuando una letra inicial de mayor tamaño se junta mucho a las restantes, nos hallamos ante un índice muy seguro de sobrevaloración por parte del escritor, es decir, que así compensa sus ambiciones no realizadas.
Estos rasgos en la escritura son creo los más fáciles de detectar sin ser grafólogo también sé que es difícil que al conocer a una persona llámese novio, marido, jefe, familia, le pidas que te escriba o te enseñe su letra pues no es algo normal al empezar cualquier tipo de relación, pero si ya ha pasado un poco de tiempo y tienes sospechas podrás pedirle te escriba algo y de ahí aclarar tus dudas
En lo que puedes checar su letra, te pueden funcionar fácilmente las siguientes actitudes que funcionarán siempre y cuando tu tengas presentes tus focos rojos, lo aceptes y puedas distinguir a una persona posesiva, dominante y exigente que te irá alejando de tu familia y amigos sin darte cuenta; será alguien con un ego impresionante el mundo siempre girará alrededor de ellos pero nunca lo reconocerán, si tú quieres independencia empezarán a ser violentos; berrinches, malas caras de la nada, todo siempre justificado por culpa del otro; te ridiculizará o humillará públicamente insultando, hiriendo y denigrando; nunca se alegrará si tienes algún logro siempre tus fallos resaltarán más, son controladores paranoicos pues piensa que los demás se quieren aprovechar de ellos tienen una necesidad obsesiva de controlar a las personas mediante preguntas destinadas a buscar contradicciones; cuando ya están demasiado violentos y agresivos empiezan regularmente rompiendo platos, muebles o vidrios, a la vez que te están gritando porque los hiciste enojar, la siguiente fase si bien te va es golpearte pues hay quienes llegan a matar.
A veces nos da pena o temor preguntar pues es algo que no aceptamos y nuestro agresor nos intimida con sus amenazas y por miedo no lo hacemos, el maltratador siempre mantendrá “atada” a la víctima de diferentes maneras sin olvidar que después de todas sus agresiones siempre te pedirá perdón y prometerá no volver hacerlo pero sí lo hará pues es su manera de vivir. De momento, todo lo anteriormente citado lo puedes confirmar sin necesidad de recurrir a alguien especializado, será preciso obtener ayuda si todo lo has vivido para salir de ahí de inmediato y hacer la denuncia antes de que no puedas contarlo; sumemos no restemos, ni una más, ni uno menos…
Lydia Montes de Oca Jiménez, perito en grafología y grafoscopia.
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