Con el partido Movimiento Al Socialismo Evo Morales “ganó” de manera dudosa las últimas elecciones del pasado 20 de octubre. Este será, por cierto, su cuarto mandato lo que lo mantendría en el poder por casi 20 años.
Desde su “victoria” ha habido constantes y numerosas protestas en contra del proceso electoral que incluso la Organización de Estados Americanos ha señalado como irregular, y sugirió llevar a cabo una segunda ronda, a lo que Evo Morales ha contestado en el sentido de que se pretende dar un golpe de Estado en su contra y en contra de la democracia.
Evo Morales es el primer presidente indígena de Bolivia lo cual resulta sin duda un logro histórico y que responde justamente a la representatividad de la población, pues no debemos olvidar que la población indígena en Bolivia representa 62% de la población total del país.
En un continente como Latinoamérica en el que hemos tenido dictadores como partidos hegemónicos que han querido mantenerse en el poder de manera casi eterna, ¿por qué en Bolivia parece que habrá un presidente que puede mantenerse en el poder por casi 20 años?
Como casi todas las constituciones del mundo y particularmente las de América Latina, se ha limitado la reelección justamente considerando el perfil de algunos políticos que pretendían erigirse como caudillos del pueblo y eternizarse en el poder, no hay más que ver el actual caso de Venezuela.
Bolivia no era la excepción hasta que llegó Evo Morales y pretendió cambiar la constitución a través de una consulta, la cual, por cierto, perdió. Pero lo que no pudo ganar en las urnas se lo concedió el Tribunal Electoral que le permitió en 2018 optar por una cuarta reelección, justamente esta de 2019.
Desde el día de la elección las protestas no han parado en las principales ciudades de Bolivia, tanto el opositor Carlos Mesa como el mismo presidente han llamado a sus seguidores a luchar por la democracia.
El resultado ha sido la confrontación en las calles de ambos “bandos”. La violencia en las calles es un síntoma que quizá Morales debiera considerar. O ¿Es que Evo Morales ya está sumergido en lo que los expertos llaman: la burbuja del poder? Poder por otro lado a la mejor usanza del típico presidencialismo omnipresente en las “democracias” latinoamericanas que lo único que ha conseguido es generar en la mayoría de los casos, oligopolios de clases políticas enquistadas en el poder y creyentes de que tienen la razón, justamente por encontrase inmersos en la soberbia y la burbuja del poder.
Y es que pareciera que los pueblos otrora colonias españolas no han comprendido que no se puede seguir pensando en que “papá” gobierno y “mamá” líderes pueden resolver los problemas tan agudos e históricos que se han vivido en el subcontinente durante prácticamente toda su existencia.
Evo Morales parece que justamente representa ese paternalismo del que no se ha podido desprender la población Hispanoamérica y que puede llegar a ser peligroso pues el poder y Evo, no se quieren dejar, revivir el colonialismo a través del otro que es igual que yo, puede ser un trampa eterna.
Carlos Gonzalo Blanco Rodríguez
Abogado internacionalista y catedrático universitario.
Correo: cgonblanc@aim.com
