En los últimos cinco años se ha venido construyendo un nuevo modelo de comunicación de parte de algunos presidentes y primeros ministros, mismo que ahora está presente en una veintena de países.
El modelo, que se ha desarrollado de manera espontánea, tiene algunas variantes, pero básicamente se articula a partir de los siguientes diez elementos. El gobernante:
- Utiliza medios directos, para comunicarse. Pueden ser las redes sociales, las conferencias de prensa o las cadenas de radio y televisión.
- Establece la agenda sobre lo que se discute en los medios. Todos los días sabe dar la nota. Es parte de sus habilidades.
- Habla solo a los suyos y dice lo que éstos quieren oír. Los que no simpatizan con él no son sus interlocutores y no hacen ningún esfuerzo por acercarse a ellos.
- Establece que los suyos son los buenos ciudadanos, los patriotas, el pueblo verdadero y los que quieren el bien. Los otros están en el campo del mal.
- Tiene siempre un enemigo al que se responsabiliza de todos los males del pasado. A estos se les califica, entre otras cosas, de comunistas, conservadores, burgueses y antipatriotas.
- Polariza a la sociedad. Considera como enemigos y no adversarios a los que no son los suyos. El mundo se divide en dos; los que están conmigo y los que están contra mí.
- Exagera, dice medias verdades o francas mentiras que se multiplican todos los días. Construye la realidad como él y los suyos la quieren ver. Los hechos y los datos se acomodan a su narrativa.
- Utiliza un lenguaje religioso y Dios forma parte esencial de sus discursos. Desde su visión e interés selecciona pasajes bíblicos que se acomodan a lo que quiere construir. Dios está con ellos y los suyos.
- Insulta y descalifica a quienes considera sus enemigos. Sin reparo alguno levanta falsos testimonios. A sus enemigos los acusa sin pruebas. Lo importante es que la acusación concuerde con el relato que quiere posicionar.
- Descalifica sistemáticamente a los medios de comunicación. No respeta la libertad de expresión. El medio que no esté de acuerdo con él y lo apoye es acusado de ser conservador o comunista.
El modelo, con estos diez elementos, es utilizado por mandatarios que se dicen de izquierda o derecha. En sí mismo no implica una ideología específica sino es una manera de comunicarse que ha surgido en estos últimos años.
Ahora esta forma de comunicación gubernamental es la que utilizan, entre otros, el presidente de Filipinas y de Brasil, el primer ministro de Hungría y de Polonia, el presidente de Estados Unidos y de México.
Todo señala que el modelo tiende a reproducirse y que va a estar presente todavía por algunos años. Es necesario investigar como éste se hace presente al mismo tiempo en realidades tan distintas como son los países mencionados.
Twitter: @RubenAguilar