El fascista de Trump ha puesto una estrellita dorada en la frente del presidente López Obrador como reconocimiento de que en estos primeros 45 días ha hecho muy bien la tarea que se le encomendó.
Las autoridades mexicanas, para cumplir el encargo, desplegaron 23,000 integrantes de la Guardia Nacional (soldados con otro uniforme) en la frontera sur y norte, para impedir que los migrantes centroamericanos ingresen a Estados Unidos.
Para cumplir con lo prometido a Trump, el presidente delegó la coordinación de las acciones al canciller Ebrard. Su tarea ha sido coronada por el éxito que se traduce en la mayor detención y deportación de migrantes centroamericanos en la historia de México.
En junio se deportaron a 20,000 y en diciembre a 6,373. Es un incremento del 71 %. En los siete primeros meses del actual gobierno ya suman 82,132 que son 22,000 más que en el mismo periodo del último año de Peña Nieto.
De manera reiterada el presidente Trump, vía Twitter, ha felicitado al presidente López Obrador y su gobierno por el trabajo que están realizando, para impedir que los centroamericanos lleguen a su país.
El pasado domingo estuvo en México el secretario de Estado, Mike Pompeo, para en directo reconocer el trabajo de las autoridades mexicanas. Les reiteró que habían pasado el examen que les puso Trump.
Lo que tiene muy satisfecho al presidente estadounidense es que el gobierno de México en lugar de detener a 300 centroamericanos al día ahora logra apresar a 1,000, para después deportarlos a Guatemala, Honduras y El Salvador.
En versión del canciller Ebrard, el operativo a su cargo ha dado tan buen resultado que ha desalentado la migración centroamericana que en el último mes se ha reducido 36.2 %.
De acuerdo a sus números en la semana del 1 al 7 de julio los migrantes centroamericanos que ingresaron a México fueron 4,156 y en la del 13 al 19 de julio ya solo 2,652.
La explicación del éxito, de acuerdo al canciller y también al presidente, es el despliegue de la Guardia Nacional y la aplicación de la Ley de Migración.
Con la Guardia Nacional y la ley se ha construido el muro que Trump quería, pero ahora no en la frontera sur de Estados Unidos sino en la frontera sur de México.
Trump ha dejado tarea al gobierno mexicano, para otros 45 días. Al final de ese tiempo dirá si pasaron o no el examen. Él es quien califica y pone estrellitas. Ebrard dice que una vez más tendrán éxito.
Al día siguiente de su vista a México, Pompeo dijo a Fox News que en materia de migración López Obrador “ha hecho cosas que el gobierno mexicano se había rehusado a hacer por muchos años”.
Y que “hemos visto un progreso, pero siguen muy altos los números sobre flujo de indocumentados, tenemos que seguir trabajando”. Su meta es que ningún centroamericano cruce la frontera de Estados Unidos.
La nueva política migratoria de México está a cargo de la Guardia Nacional que actúa como un muro de contención en las dos fronteras. Es el Muro López Obrador y ya no el Muro Trump. Lo pagan los contribuyentes mexicanos.
Twitter: @RubenAguilar