La constancia es un sinónimo de perseverancia. Y es una habilidad cognitiva que podemos desarrollar y fortalecer, como cualquier otra. A todos nos ha faltado alguna vez, ya sea durante un proceso de dieta para adelgazar, o en nuestro propósito de leer más libros en el mes, al aprender un idioma, u obtener buenas calificaciones, en nuestro propósito de ser buenos padres o parejas, etc. En todas las áreas de nuestra vida, todos y cada uno de nosotros y nosotras, hemos comenzado un proceso para alcanzar una meta y lo hemos dejado a la mitad.
Consideramos a una persona perseverante cuando consistentemente ejecuta acciones que contribuyen al cumplimiento de un objetivo, muchas veces, autoimpuesto. En nuestra cultura, que busca la inmediatez del resultado, la perseverancia es una virtud muchas veces olvidada. Después de uno o dos intentos tendemos a abandonar nuestro propósito o nos conformamos con medias tintas.
Pero la satisfacción de completar nuestros proyectos siempre recompensará los esfuerzos que hayamos realizado para alcanzar la meta. George Bernard Shaw lo expresó así ““Solo triunfa en el mundo quien se levanta y busca a las circunstancias, creándolas si no las encuentra”. La habilidad de perseverar se construye mediante una práctica, es una creación paso a paso del resultado deseado.
No desesperes, siembra esta intención en tu mente ahora mismo: “soy exitosa, soy exitoso, estoy empeñada(o) en llegar a mi meta, cueste lo que cueste, y sin importar cuántas veces caiga”. A continuación te comparto cuatro sencillas estrategias para descubrir, desarrollar y fortalecer tu capacidad y habilidad de perseverar. Alcanzarás tus metas, recuerda la sabia máxima de Henry Ford “Si crees que puedes, tienes razón. Si crees que no puedes, también tienes razón”.
- Descubre a que le tienes miedo: cuando iniciamos algo y lo dejamos a medias es porque algo nos asusta. Tememos que si continuamos y algo sale mal nos van a criticar o peor aún nosotros mismos nos vamos a criticar. Nos da miedo pensar que a pesar del esfuerzo las cosas no salgan como las planeamos. Y siempre es más fácil culpar a la falta de tiempo o de dinero, y creer que por eso abandonamos nuestros propósitos, que enfrentarnos a la posibilidad de que a pesar del esfuerzo no alcancemos el resultado anhelado. ¿Cómo vencemos este miedo? Es importante darnos cuenta de que todo lo que hacemos en la vida lo hacemos para sentirnos mejor. Lo hacemos para divertirnos, para sentirnos bien, no para sufrirlo, así que comienza a sentirte bien durante tu proceso. No lo sufras. Por ejemplo: si tu meta es adelgazar y estás siguiendo un plan de alimentación específico concéntrate en lo positivo, en lo delicioso que es hacer comidas nuevas y diferentes, en lo divertido que puede ser crear una rutina distinta de alimentación en lugar de quejarte y odiarla. Incluso si te sales de tu plan y comes en algún momento algo poco conveniente no te regañes ni te castigues, mejor analiza la causa y aprende a descubrir la lección en cada experiencia. Haz el ejercicio de dejar de juzgar tus resultados como buenos o malos, considera cada acción como un aprendizaje, para dejar de tener miedo a hacerlo mal. Eventualmente alcanzarás el éxito, cueste lo que cueste y te tome el tiempo que te tome.
- Ponte recordatorios: la vida moderna nos ofrece demasiados estímulos, pero también nos ofrece muchas herramientas para mantener el orden. Si se te olvida comer, tomar agua, meditar o respirar lento y profundo, programa alarmas en tu celular para recordártelo. Dile a tu compañero de trabajo, hijo, o pareja que te lo recuerden. Si en tus ratos de ocio usas el Facebook u otras redes sociales, asegúrate de seguir páginas que te recuerden los pasos a seguir para alcanzar la meta que te propusiste y también para que te mantengan animado y motivada. Caminos hay muchos, de lo que depende es de que tengas la intención.
- Contrata a alguien para que te ayude: Si lo que quieres es alcanzar tu peso ideal contrata a un(a) experta(o) del adelgazamiento. Si quieres poner un negocio comienza un proceso de terapia psicológica para que te ayuden a identificar tus puntos fuertes y los débiles. Si quieres tener excelente forma física y correr un maratón contrata a un(a) entrenador(a) personal. Date el placer de usar tu dinero, para que un experto te apoye y así lo lograrás más rápido.
- Divide tu meta en pequeñas partes más específicas: Si quieres adelgazar 20 kilos divide tu meta en submetas más pequeñas, hacer ejercicio lunes, miércoles y viernes, sería una, comprar únicamente los alimentos que te conviene tener en casa sería otra, llevar un registro escrito de lo que comes para no perder la atención sería una más y así consecutivamente. Si divides tus planes en metas pequeñas, para que puedas celebrar y recompensarte constantemente, será más sencillo el apego a tus planes y no te sentirás abrumada.
Establece en tu mente la intención de llevar a cabo estas cuatro estrategias a diario. Mantenlas a la mano para recordarlas cuántas veces sean necesario. La constancia es un puente entre el deseo y la realización, porque hasta una carrera de mil kilómetros se termina dando un paso detrás de cada paso anterior. Con perseverancia, te auguro una semana llena de Bienestar, Figura y Salud.
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