La decisión de cancelar el proyecto de Texcoco para hacer un aeropuertito ineficaz e inadecuado en la Base Aérea de Santa Lucía fue mala, porque costaría menos y sin importar las consecuencias técnicas, operativas y de costo real.
Se esperaba, entre la falta de vialidades, opciones para llegar y los elevados costos y tiempos para llegar y salir al ahora Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA) han hecho que los pasajeros, que no las aerolíneas, no estén interesados en utilizarlo. Los vuelos que operen ahí deben ser consecuencia de la demanda por el servicio para que sean rentables, pero eso de la “oferta y demanda” tampoco es algo que entienda el presidente, él quiere vuelos en su aeropuerto, aunque lleven 10 pasajeros.
Mediante redes sociales se puede ver que dentro de los andadores del aeropuerto e incluso en los jardines, mucha gente se ha instalado para vender ropa que decriben como “falluca y pirateria”, sumado a la falta de vuelos internacionales y la escases de los nacionales.