La sequía en México se agrava cada día, alcanzando niveles críticos que afectan casi el 60% del territorio nacional. El Monitor de Sequía de México (MSM) informó recientemente que, con el inicio de la primavera boreal, la situación se ha vuelto aún más preocupante. Además, el ministro del Interior, Adán Augusto López, denunció en un encuentro para el clima en el estado de Veracruz que la contaminación de los principales ríos del país está agravando aún más la situación.
Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), los principales embalses de México registran un promedio de almacenamiento del 58% de su capacidad, lo que representa una disminución del 6% en comparación con enero. El volumen total en los 210 principales embalses del país, que suman el 92% de la capacidad de almacenamiento de agua, es de 73.000 millones de metros cúbicos, lo que representa un déficit del 7% en comparación con el promedio histórico para la fecha.
La situación más crítica se registra en las represas de Querétaro, vecino a la capital (6%), seguido del norteño de Tamaulipas (29%), Aguascalientes (centro, 34%), y de Nuevo León (norte, 39%). Además, hay tres presas totalmente vacías, la de Copándaro en el estado sureño de Michoacán, la Gonzalo N. Santos en el estado de San Luis Potosí (centro) y La Llave en Querétaro, mientras que una decena más tiene almacenamientos menores al 10%.
Ante la situación extrema, se ha considerado la necesidad de bombardear las nubes con yoduro de plata para provocar lluvias, especialmente en la zona capital y en el estado norteño de Tamaulipas. Por su parte, las represas del Sistema Cutzamala, ubicado a 100 kilómetros al oeste de la capital, suministran un tercio de las necesidades de la zona capital, habitada por unos 21 millones de personas, y la sequía las mantiene cada vez más diezmadas.
La sequía en México no solo tiene impactos económicos, sino también ambientales y sociales. Además de la contaminación de los ríos, la sequía está afectando los ecosistemas, la agricultura y la ganadería, y también está provocando la migración de las poblaciones que dependen del agua para sobrevivir. La situación es particularmente grave en la zona adyacente a la frontera con Estados Unidos, donde los municipios de Matamoros, Valle Hermoso, Río Bravo y Reynosa se encuentran en una situación crítica.
Es necesario que el gobierno mexicano tome medidas urgentes para enfrentar esta situación, incluyendo el fortalecimiento de las políticas de conservación del agua, la reducción de la contaminación de los ríos y la promoción de prácticas sostenibles en la agricultura y la ganadería. También es necesario que se tomen medidas para proteger a las poblaciones que se ven afectadas por la sequía y se promueva una cultura del cuidado del agua en toda la sociedad.