Las últimas semanas las tensiones con respecto al conflicto en Ucrania han ido escalando e inclusive estamos a seis segundos de la catástrofe nuclear según el reloj del fin del mundo, lo que podría provocar la Tercera Guerra Mundial.
Hoy los conflictos tienen muchos más matices: recursos, materias, armas nucleares, amenazas institucionales pero, ¿Sí estalla la Tercera Guerra Mundial?. ¿Estaríamos preparados?.
Queda claro que los políticos, militares y gente de poder lo están. Ya sea listos para huir a refugios o de alguna otra manera, pero sí somos gente normal ¿Qué podemos hacer?.
La tercera guerra mundial sería entre Estados Unidos junto con sus aliados y Rusia, a través de una guerra nuclear, una catástrofe de este tipo provocaría una hambruna global que podría matar a más de 5.000 millones de personas, según un estudio publicado en la revista científica ‘Nature Food’.
Por otro lado climatólogos de la estadounidense Rutgers University han analizado cómo afectaría a la producción agrícola global el hollín que expulsarían a la atmósfera los fuegos derivados de un conflicto atómico.
La investigadora Lili Xia y su grupo han estudiado seis posibles escenarios: cinco de ellos corresponden a guerras nucleares entre India y Pakistán, mientras que el sexto es un gran conflicto entre Rusia y Estados Unidos.
Los científicos han hecho sus cálculos “en base al tamaño del arsenal nuclear de cada país”:
Al introducir sus estimaciones en un modelo climático, los expertos han calculado el impacto que sufriría la producción de cultivos de maíz, arroz, trigo y soja, así como los cambios que sufrirían las tierras de pastoreo y los bancos globales de pesca.
En el peor de los casos, en cambio, esa producción caería un 90 % en un periodo de tres o cuatro años.
El declive en los cultivos sería especialmente severo en las latitudes medias y altas, incluido en Estados Unidos y Rusia, grandes exportadores de alimentos, lo que tendría un grave impacto en países importadores de África y Oriente Medio.
Más del 75 % del planeta sufriría hambruna en el peor escenario, según el trabajo liderado por Xia, que especula con la posibilidad de que la producción agrícola ahora destinada a animales podría servir para alimentar a la población humana en un primer momento.
Xia detalló que espera analizar en mayor profundidad los efectos de una guerra nuclear en la cadena alimentaria en futuros trabajos.
“La capa de ozono quedaría destruida por el calor en la estratosfera, produciendo más radiación ultravioleta en la superficie. Necesitamos comprender el impacto de ese escenario en la producción de alimentos”, detalló la investigadora.
Dejando de lado estos escenarios, uno peor, es el invierno nuclear.
¿Qué es el invierno nuclear?
El invierno nuclear no es una fantasía, cuestión de una película de ciencia ficción o un simple invento, sino una realidad que podría tener en nuestro planeta un efecto devastador. Entonces, la pregunta no es si algún día ocurrirá sino cuándo, según Epifanio Cruz, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares.
Actualmente, varios países poseen armas de este tipo, y si alguno de ellos decide atacar a una ciudad a través de bombas atómicas o de hidrógeno, seguramente otras naciones responderían y tendríamos un gran problema.
Según los cálculos, si se arrojan 600 bombas entre los cinco países bélicos alrededor de mil millones de personas morirían de esa manera, y 2 mil 200 bombas serían suficientes para acabar con la especie humana.
Cuando un arma de este tipo explota, sus millones de partículas que son muy finas vuelan a la atmósfera, luego a la estratosfera y tendría como efecto de capa de aislamiento térmico. En casos extremos cubriría toda la Tierra.
De esta forma podría ocurrir el tan temido invierno nuclear, donde tendríamos un mundo de sombra y obscuridad, porque no entrarían los rayos del Sol, la temperatura bajaría extremadamente y no habría verano o primavera, narró el profesor universitario.
Se contaminarían los lagos, ríos, el medio ambiente, las plantas no tendrían la fotosíntesis, en consecuencia habría mortandad de las especies vegetales, la cadena de vida se afectaría, y así morirían lentamente todos los seres vivos. Sería una penumbra casi eterna que podría llevar decenas de años, añadió el entrevistado.
Y si quedara algún sobreviviente, la radiación sería tan intensa que sufriría quemaduras en la piel, y tendrían una muerte muy lenta a lo largo de los años.
Entonces se estima que el peor efecto no sería de muertes instantáneas, sino el deceso de mil millones de personas posterior al lanzamiento de las bombas.
Al final, nadie esta a salvo.