Presidente Nacional de CANACINTRA aclara señalamientos ante acusaciones

Ante diversos señalamientos vertidos en algunos medios de opinión, con la clara intención de afectar a CANACINTRA, manchar el proceso de elección de la próxima dirigencia y desprestigiar a un servidor, quiero hacer las siguientes aclaraciones:

Primero. Hace un año finalicé mi encargo como Presidente Nacional de CANACINTRA tras mi elección en 2019 y dos reelecciones consecutivas. Finalizado mi mandato, entregué una cámara fuerte, con finanzas transparentes,
representativa, influyente y, sobre todo, muy unida.

Existe constancia de todo lo realizado. Siempre actué con responsabilidad y en beneficio de la Cámara, como dan cuenta los informes de labores y estados financieros, aprobados todos por unanimidad durante los tres años que tuve el honor de Presidir CANACINTRA.

Desgraciadamente, hoy la Cámara enfrenta una crisis sin precedentes cuyo único responsable es: José Antonio Centeno Reyes. El actual presidente nacional ha optado por caluminarme con información falsa sobre el manejo financiero de mi administración para tratar de ocultar su incapacidad y su desastrosa gestión al frente de CANACINTRA.

Siendo yo Presidente Nacional de CANACINTRA, José Antonio Centeno fue parte de mi Mesa Directiva, como Vicepresidente Nacional; participó de la toma de decisiones al más alto nivel y conoció al detalle el funcionamiento y operación de la cámara.

Segundo. La auditoría llevada a cabo en 2021, por un auditor prestigiado, socio de Parker Russell International, aprobada en Asamblea General, dejó constancia verificable de la situación en que entregué la Cámara, durante mi gestión el pasivo total entre 2020 y 2021 se redujo, $7 MM de pesos. Toda la información a que hago mención, con datos, logros y pendientes fue presentada al Presidente entrante.

¡La peor calumnia sucumbe ante la verdad!

Tercero. Centeno, fiel a su costumbre, miente en sus dichos y declaraciones. Entre otras: Que en mi administración no se pagaron cuotas al CCE, que se pagaban las nóminas incompletas, que recibió una deuda superior a los $28
Millones de pesos, que él disminuyo los pasivos en $10 Millones de pesos, que informó al Consejo Directivo sobre irregularidades con NORMEX, más las que se le ocurrieron cada vez que buscaba ser entrevistado.

Quiero aclarar que en mi administración existen facturas con pagos por $1.8 MM de pesos para saldar por completo cuotas 2019 del CCE. Además, se negoció el pago de $1.5 MM de pesos para abono de cuotas 2020 al mismo CCE con acciones del Club de Industriales, compromiso que se liquidó días después de terminar mi mandato. Por el contrario, Centeno no pago un centavo al CCE ni de adeudos anteriores ni de su periodo.

Los salarios al personal en la gestión 2019-2022 fueron pagados íntegros. Basta preguntar a cualquier colaborador que haya trabajado en ese período o verificar estados de cuentas para exhibir sus falsedades. El pasivo total ajustado y registrado al 30 de abril de 2022, reportado en el primer informe financiero de la administración actual fue $26.3 MM y de ese monto $7 MM de pesos son pasivos laborales. El resto, en su mayoría fue generada en el confinamiento del 2020.

En uno de sus más osados dichos para confundir y ganar notoriedad, tergiverso datos sobre la situación de dos Empresas donde CANACINTRA es socio: NORMEX y la integradora de negocios CANINTRE.

Acusó mediáticamente sabiendo que mentía, pues jamás informó y ni siquiera hizo referencia en alguno de los seis consejos directivos de su gestión 2022-2023, de anomalías en la situación de NÓRMEX, como dan cuenta las actas disponibles de estos consejos directivos.

Fiel a su proceder, se negó a aceptar información sobre la integradora, aún así entregué un informe detallado sobre su operación, en un acto de transparencia y rendición de cuentas.

Probé en los hechos mi compromiso con nuestra querida CANACINTRA; arriesgué parte de mi patrimonio al grado de facilitar a CANACINTRA y filiales cerca de $2.5 Millones para pagos a trabajadores e impuestos durante 2020 y
2021, que permitieron a la institución seguir operando sin que una sola persona perdiera su trabajo.

Una aportación que Centeno conoció, pero cuyo adeudo se negó a reconocer. En consecuencia y ante la negativa, a 5 semanas de concluir mi gestión garanticé el retorno de parte de mis recursos vía participaciones de NORMEX valuadas en $2 MM de pesos. Una operación transparente, apegada a la ley y de la que existen actas de asamblea protocolizadas e inscritas en el Registro Público de la Propiedad. Cabe mencionar que ni si quiera se cubrió la totalidad del adeudo por el dinero que aporté.

Solucionado el problema inmediato, ofrecí en múltiples ocasiones la venta de mis acciones de NORMEX a CANACINTRA, para recuperar mi dinero. Resulta extraño que haber metido dinero propio sea cuestionado, cuando quienes lo cuestionan, fueron incapaces de ofrecer tan siquiera un lapicero a CANACINTRA ¡ese sí es cinismo!
Decía el dramaturgo Tennessee Williams, “La única cosa peor que un mentiroso es un mentiroso hipócrita.”

Si Centeno tuvo evidencia de alguna irregularidad, era su responsabilidad, primero como vicepresidente y luego como Presidente Nacional emprender acciones legales. Nunca lo hizo pues son solo calumnias tras las que esconde su incapacidad y limitaciones.

Los hechos hablan por sí solos:

-A diferencia de Centeno, yo recibí en 2019 una Cámara unida y tres años después, en 2021, entregué una Cámara unida.

-A diferencia de Centeno, yo cumplí un período de tres años al frente de CANACINTRA con cuentas limpias y aprobadas.

-A diferencia de Centeno, yo no utilicé recursos de la Cámara para viajar por todo el país con mi pareja sentimental.

-A diferencia de Centeno, CANACINTRA no fue suspendida del Consejo Coordinador Empresarial en mí periodo.

-A diferencia de José Antonio Centeno, jamás denostaría a la institución a la que represento ni desacreditaría a los afiliados de CANACINTRA pues al hacerlo se denostó y desacredito a él mismo.

La Cámara Nacional de la Industria de Transformación es grande por su historia, estructura y cercanía a las empresas de México, esa misma grandeza nos hará dejar atrás los problemas pasajeros para seguir representando con nuevos liderazgos, los auténticos intereses de la industria nacional. Hay intereses ajenos a la cámara tratando de debilitarla.

Concluyo afirmando, que estoy muy orgulloso del periodo 2019-2022 que estuve al frente de CANACINTRA Nacional. Fue un tiempo de grandes retos, con una nueva administración del Gobierno Federal y durante el cual recibimos el impacto de la pandemia que cimbró al mundo y por supuesto a la cámara, poniéndola en grave riesgo económico; aun así, hice lo necesario, con el apoyo invaluable de magníficos compañeros industriales para mantener a la institución funcional y respetada.

Puedo afirmarles que se quedarán esperando aquellos que desean la desgracia y el ocaso de la joya de las cámaras de industria en México.

CANACINTRA ES Y SEGUIRÁ SIENDO ¡LA FUERZA DE LA INDUSTRIA!