Twitter está en una situación financiera difícil. En solo un año, los ingresos diarios de la compañía han disminuido en un 40%. Además, después de que Elon Musk asumió el control de la plataforma, varios anunciantes importantes han dejado de invertir.
Según un gerente senior, los ingresos actuales son comparables al año anterior, mientras que un gerente de ingeniería informó sobre la salida de los anunciantes.
Musk pretendía diversificar los ingresos de Twitter para no depender solo de los anuncios a largo plazo, con la intención de alcanzar un equilibrio financiero en 2023. Sin embargo, para lograrlo, Twitter debe generar alrededor de tres mil millones de dólares en ingresos este año, para poder pagar 1.5 mil millones de dólares en intereses por la deuda obtenida para comprar Twitter.
Como medida para reducir gastos, Musk despidió a un 75% de los empleados y cerró centros de datos, lo que podría llevar a una nueva etapa de austeridad con menos personal y menos infraestructura.
Anunciantes han criticado el enfoque de Musk en la moderación de contenido y en la restauración de cuentas prohibidas, además de la eliminación de los encargados de limitar el discurso de odio en la aplicación. Musk también despidió a los principales vendedores de Twitter, así como a 50 ingenieros y científicos de datos que trabajaban en mejorar la publicidad en la red social.
La plataforma también se ha visto sumida en algunos problemas, el más reciente, donde varias aplicaciones de terceros ya no permiten el acceso de los usuarios, según Twitter Dev, para “hacer cumplir las reglas de uso de la API”, aunque no hay una razón clara por la que muchas no lo hagan. No funciona y algunos lo hacen.
Además, la red social también está tratando de obtener más ingresos de la plataforma Twitter Blue, ofreciendo una suscripción anual al plan, en lugar de pagar ocho dólares al mes, pagas solo $84 cada 12 meses, lo que hace que esta forma de comunicación sea un poco más atractivo que la oferta original.