La noche del pasado 15 de mayo, en Palacio de Bellas Artes se realizó un homenaje al líder de la Luz del Mundo, Naasón Joaquín García.
Músicos del INBA protestaron en un concierto por el uso religioso que se le dio al recinto.
Ni el Palacio de Bellas Artes es salón de fiestas ni mucho menos un recinto para homenajear a un líder religioso.
En eso coinciden tanto Saúl Alcántara, presidente del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), capítulo México, como el arqueólogo Gustavo Ramírez, quienes reprobaron que se rentara el recinto la noche del pasado 15 de mayo para rendir un homenaje a Naasón Joaquín García, líder de la Iglesia La Luz del Mundo.
“Monumentos como éste no son salones de fiesta”, enfatizó Ramírez.
“Es un hecho inédito. Nunca se había prestado un monumento histórico o artístico para un evento de tipo, vamos a decir, religioso, que es contrario a lo que debe ser el estado laico”.
En el mismo tenor protestaron los grupos artísticos del INBA durante un concierto de la Sinfónica Nacional. “Rechazamos el ilegal, abusivo y doloso uso del Palacio para la realización de eventos privados de carácter religioso, disfrazados de presentación operística”, se leía en una manta que desplegaron en el escenario.
El evento El guardián del espejo, que se presentó esa noche, fue difundido en redes sociales y espectaculares como un homenaje a Naasón en su jubileo, y el programa de mano incluyó el correspondiente logo.
El senador Rogelio Israel Zamora hizo las gestiones ante el INBA para la renta, a nombre de la Asociación de Profesionistas y Empresarios de México (APEM), ligada a La Luz del Mundo, y por la cual se pagaron 185 mil 413 pesos.
El Instituto adujo que logró cancelar el pretendido homenaje, y solo dio luz verde a un programa musical sin que hubiera alusión religiosa alguna. El palco presidencial lo ocupó Naasón.
“Pienso que fue un error. Es un recinto para las artes, no un recinto para homenajear a líderes religiosos, y, mucho menos, que se aproveche para compromisos políticos de partidos”, condenó Alcántara.
“Hay otros recintos que pudieron haberse ocupado. La Luz del Mundo tiene edificios; de muy mal gusto, una arquitectura anodina y todo, pero tienen sus auditorios. ¿Por qué el aspecto simbólico del Palacio de Bellas Artes, el corazón de las artes del País?”, cuestionó.
El abogado José María Cortés considera que todo se hizo mal desde el principio: Zamora utilizó papelería oficial del Senado para solicitar la renta y el INBA no hizo una “mínima investigación” como con cualquier peticionario.
“Resulta muy simple decir: ‘Presentaron la solicitud con papel membretado y por eso les entregamos (el recinto)’. Entonces no hay ningún filtro. Alguien tiene que hacerse responsable”, insistió Cortés sobre el actuar del INBA.
Zamora, por otra parte, merecería una sanción al menos administrativa, apuntó.
“Desconozco si pudiera haber una sanción de otro tipo, pero sí por lo menos exhibir que es una gente que está aprovechándose de su posición”.
En entrevista el senador negó haber actuado con dolo al intentar disfrazar como un concierto operístico el homenaje al líder religioso, de cuya iglesia es miembro. Y contradijo a la subdirectora del INBA, Laura Ramírez, quien adujo que fueron enterados 15 minutos antes del inicio del evento de que se pretendía entregar un reconocimiento a Naasón Joaquín García.
Según Zamora, informaron al INBA “con más de 24 horas de antelación”, y el Instituto quiso saber en qué consistiría el reconocimiento y, al final, negó la autorización.
“¿Qué diferencia hace si se dijo un día antes o minutos antes?”, cuestionó. “Si al fin y al cabo no se realizó”.