La rendición de cuentas y fiscalización de recursos ha sido relevante en el sistema político mexicano desde siempre, pues es el medio a través del cual se vigila la debida aplicación de los dineros, es decir cómo se ejerce el gasto público a nivel federal, estatal y municipal.
La Constitución Federal prevé que la Cámara de Diputados Federal por medio de la Comisión de Vigilancia, contará con un órgano auxiliar que es la Auditoría Superior de la Federación, titular que es electo por esta, y quien lleva a cabo la revisión de cuentas y en su caso determina responsabilidades de conducta o incluso resarcitoria a los servidores públicos, quienes hayan tenido acceso a dinero del gobierno a través de las Participaciones y Aportaciones (fondos y ramos). Esta área puede presentar denuncias penales ante los órganos de procuración de justicia.
Las 32 entidades tienen sus organismos similares, quienes en coordinación con la ASF revisan el adecuado ejercicio del dinero federal y estatal, así como el que se envía a los municipios.
Los municipios por lo que hace a sus ingresos propios como el predial, agua etc, también son auditados por el Síndico Procurador.
Resumiendo todo ingreso y gasto público es auditado y susceptible de sanción para el servidor público.
Caso particular en el Estado de México hay una gran historia que inicia con la Contaduría General de Glosa desde los años de 1826, con sus cambios y actualizaciones necesarias, es hasta el año 2004 que desaparece GLOSA y pasa a ser el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) y es como dicha Institución se ha encargado de vigilar la aplicación de recursos de los tres poderes y los 125 municipios.
En este momento hay un debate el que se debe elegir al sustituto del OSFEM, Fernando Valente Baz Ferreira quien desde el 2009 estuvo al frente de esta institución que depende de la legislatura y su nombramiento es dado por los Diputados.
Es trascendente lo que se hace desde el OSFEM, por ello el trabajo de los legisladores debe ir más allá de simpatías y antipatías, buscando siempre el bienestar superior, por encima de la visión particular de las personas. Es un área técnica, donde la honradez y el conocimiento sobre las finanzas debe prevalecer y hacer a un lado la tentación, de colocar un “Auditor a modo” a algún grupo político.
Confío en que los 75 legisladores mexiquenses generarán los consensos para la mejor decisión, con la razón y no por la fuerza de la mayoría de un grupo parlamentario.
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