No existe lugar a la confrontación cuando se debate la situación actual del municipio en México y es inacabada su lista de pendientes, tan vigentes desde su nacimiento.
El municipio en México ha sufrido cualquier clase de cambios, desde los de orden constitucional hasta las respectivas leyes orgánicas fundamentales, a fin de mejorar las facultades que requiere cualquier gobierno y su administración municipal, basadas en las necesidades evaluadas sobre la base del tamaño del territorio, población, desarrollo económico, urbano y de servicios. Pero aun con todo este andamiaje legal, la institución del Ayuntamiento mexicano de larga tradición histórica, con todo y su autonomía no le ha sido suficiente para alcanzar los aspectos para los cuales fue diseñado.
Este mosaico de posibilidades, también de contrastes entre los municipios urbanos (los más cargados en población) y los rurales (los menos y en franca caída) genera retos que no han sido sopesados, en donde la lista mínima de pendientes sorprendentemente sigue siendo la misma, teniendo serios problemas en la oferta de servicios básicos como es el agua potable, el alumbrado público, la limpia, mercados, rastros, seguridad pública, etc.
El municipio en México quien es también resultado de la constante migración del campo a las ciudades, cuyo número de habitantes de localidades urbanas ha ido en aumento. Tan sólo en 1950, poco menos de 43% de la población en México vivía en localidades urbanas, en 1990 era de 71% y para 2010, esta cifra aumentó a casi 78%; para el caso de las zonas rurales, en 1950, representaba poco más del 57% del total de la población del país; en 1990 era de 29%por ciento y para el 2010, esta cifra disminuyó hasta ubicarse en 22%.
Por eso al analizar la situación del municipio mexicano, no podemos pasar por inadvertido mencionar los principales retos de parte de los futuros presidentes que acaban de tomar protesta en 2019; quienes están obligados, de inicio, a tener presente que actúan en escenarios de escases económica, de una inercia del funcionamiento burocrático, de alta dependencia financiera externa, además de la jurídica atada a las legislaturas estatales, una falta de capacitación técnica en muchas áreas de la administración local y servicios públicos muchos de ellos limitados o inexistentes. Que entendamos pues, que es tiempo del municipio mexicano.
Luis David Fernández Araya
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